La Policía pide la pena de muerte para Daniel Sancho, que apuñaló a Edwin Arrieta en la parte derecha del pecho

El caso de Daniel Sancho sigue en el punto de mira. Tras la confesión del español de haber matado al cirujano colombiano y las pruebas recabadas por las autoridades, estas han dado por concluida la investigación. Ahora, la Policía de Tailandia ha explicado los detalles de la investigación para poder acusar al español. Aseguran que fue un asesinato con premeditación y que eso se condena con la pena de muerte.

Las autoridades han confirmado que Sancho apuñaló en la parte derecha del pecho a la víctima. Después, Sancho confesó que Arrieta cayó y se golpeó, todo ello durante una discusión: "Hubo una pelea y entonces Daniel apuñaló a Edwin, quien se golpeó la cabeza contra el lavabo", han relatado los agentes. Todavía se desconoce si fue el apuñalamiento o el posterior golpe lo que le provocó la muerte. Los agentes, aunque aseguran que la causa de la muerte se está investigando aún, han confirmado que el español tardó tres horas en descuartizar el cuerpo y se quedó una noche más para limpiarlo todo y deshacerse de algunos objetos de la víctima. De momento, las autoridades no han encontrado el cuchillo. Lo que sí han encontrado son otros dos cuchillos y una sierra.

Todavía no se ha encontrado el cuchillo

El arma principal, al igual que otros objetos, no ha aparecido. Sin embargo, las pruebas son más que suficientes por lo que las autoridades han finalizado la investigación. En cuanto a los mensajes, el subdirector de la Policía, Surachate Hakparn, insiste en no poder revelar nada del contenido. Por otra parte, sí confirman que Daniel confesó que mató a Edwin porque quería dejar la relación y la víctima no. Respecto al móvil del autor confeso, la Policía no ha podido facilitar detalles porque todavía están trabajando en ello.

Además, el español confesó que tiró las cosas de Edwin, pero estas todavía no se han encontrado, ni su teléfono móvil ni otros objetos personales. Al parecer, de las pocas cosas que sí seguían en la habitación era dinero en efectivo. En total, 9.000 dólares estadounidenses.

Con todo ello, la Policía cree tener pruebas suficientes par acusar a Sancho de asesinato con premeditación, delito que conlleva la pena de muerte. Los agentes creen que el joven español no tuvo cómplices y que lo tenía todo pensado debido a las compras previas que realizó antes del crimen, algo que descarta la posibilidad de que todo fuese un accidente.

Daniel Sancho se ha sometido a controles de alcoholemia

También hemos conocido que las autoridades han sometido a Daniel Sancho a pruebas de alcohol y drogas para conocer en qué estado se encontraba, en las que el español dio negativo. Las autoridades están completamente seguras de que el asesinato fue premeditado, ya que todas las cosas estaban compradas y preparadas para llevar a cabo tal atroz asesinato. Según los investigadores, el español actuó solo y no hubo cómplices.

Por último, las autoridades han confirmado que Sancho va continuar en la prisión donde se encuentra, en Koh Phangan, y no se espera un traslado próximamente.

La Fiscalía puede solicitar más pruebas

Aunque la Policía va a presentar cargos, la Fiscalía todavía podría hacer uso de ese plazo de 83 días para estudiar el caso y pedir más pruebas antes de fijar fecha para el juicio. Las autoridades han afirmado que todavía no se ha practicado la autopsia a los restos del cadáver de Edwin Arrieta. Sin embargo, los agentes aseguran haber consultado previamente al organismo al considerar las pruebas recabadas como suficientes.

En la rueda de prensa ofrecida por el subdirector de la Policía tailandesa se han mostrado fotografías sobre las pistas y el recorrido que hizo Daniel Sancho. En ellas, se le ve comprando en dos supermercados distintos los productos para ejecutar el presunto crimen.

La implicación de Surachate, el subdirector de 54 años, demuestra el alto perfil que Tailandia ha conferido al caso. El oficial suele involucrarse en los sucesos de mayor gravedad o en los que están implicados extranjeros.

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