Crece la desesperación por conseguir comida en Gaza: "Te juro por Dios que nos morimos de hambre"

El día a día de los gazatíes está protagonizado por los bombardeos y la hambruna. Según ha informado la Media Luna Roja Palestina, al menos 31 palestinos han muerto y más de un centenar han resultado heridos este domingo al ser acribillados a tiros por las fuerzas israelíes, que abrieron fuego contra una multitud que esperaba en las inmediaciones de un punto de distribución de alimentos Al Alam, en el sur de Gaza.

No hay comida. Los mercados están completamente desabastecidos y los pocos alimentos que quedan se venden a precios desorbitados. "El kilo de harina está a 18 euros. Es carísimo teniendo en cuenta que llevamos dos años en la miseria", ha subrayado Basel, uno de los voluntarios.

"Te lo juro por Dios que nos morimos de hambre", ha asegurado una de las gazatíes afectadas por esta desgarradora situación.

La desesperación por poder llevarse algo a la boca hace que algunas personas asalten los camiones de suministros. Es más, hoy han sido saqueados 70 vehículos. "Sin comida, sin agua, sin nada. Ahora la gente se roba entre sí", ha denunciado visiblemente afectado un hombre.

Matan a un padre de ocho hijos que esperaba por comida

El último recurso es acudir a centros de distribución de alimentos. La situación es tan crítica que las personas están acudiendo en masa a pesar de que estos centros están plagados de peligros, perimetrados con concertinas y custodiados por hombres armados. Ejemplo de esto sería lo acontecido hoy: más de treinta muertos y cerca de doscientos heridos.

A primera hora de esta mañana, el Gobierno gazatí, dependiente de Hamás, denunció en un comunicado "una nueva masacre contra civiles hambrientos" reunidos en los nuevos puntos de reparto de la ayuda humanitaria en la ciudad sureña de Rafah. Según han informado fuentes locales, tanques israelíes abrieron fuego alrededor de las cuatro de la madrugada contra "todos los civiles" que se habían acercado a un punto de distribución en el barrio de Tel al Sultán, en Rafah.

"Mi hermano llevaba esperando desde las once de la noche y los israelíes le dispararon cuando fue a buscar comida. Tenía ocho hijos", ha explicado un hombre llamado Arafat.

Desde el Ministerio de Sanidad del enclave palestino han insistido en la necesidad "urgente" de unidades de donaciones de sangre para la población gazatí, ya que muchos de ellos sufren anemia y desnutrición.

El ejército de Israel todavía no ha aportado su versión sobre esta matanza. En menos de una semana, las autoridades palestinas han cifrado el número de muertos en los nuevos puntos de distribución gestionados por la Fundación Humanitaria para Gaza en 39 y el de heridos en más de 220.

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