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EL PRESIDENTE CULPA A LA OPOSICIÓN

Correa: Tras el fracaso de golpe de Estado el "plan B" era matarme

El presidente de Ecuador, tras la rebelión de varios policías del país, ha contado a los cancilleres de Unasur los difíciles momentos vividos.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ratificó a los cancilleres de la Unasur, que lo visitaron en Quito para expresarle su apoyo, que fue un intento de golpe de Estado la rebelión de policías ocurrida el jueves y que, tras el fracaso de esa estrategia, el "plan B" era matarle.

El mandatario, que vivió el momento más difícil en sus más de tres años y medio en el poder, revivió este viernes ante los medios de comunicación y los cancilleres suramericanos el cautiverio al que fue sometido durante la sublevación de policías insatisfechos por unos supuestos recortes a sus privilegios salariales.

El mandatario reconoció que su pueblo y policías y militares fieles a su Gobierno lograron rescatarle del encierro en un hospital policial y que por ello salió victorioso. No obstante, dijo que en Ecuador "no hay nada que celebrar... Es un día de luto para la patria", porque en los enfrentamientos en torno al hospital fallecieron, al menos, cuatro personas, entre ellas un estudiante universitario con disparos en la cabeza.

Correa culpa a la oposición política.

Correa no dudó en culpar a políticos de oposición como instigadores de la revuelta. Sobre todo identificó al grupo de uno de sus más acérrimos enemigos políticos, el del ex presidente Lucio Gutiérrez, quien personalmente ha desmentido ese extremo y ha culpado a Correa de un eventual malestar social.

Correa reiteró que la estrategia era generar un golpe de Estado, pero que ante el fracaso de ese plan, los sublevados quisieron matarle. A los opositores "les falla esa estrategia de desestabilizar al Gobierno y entonces el 'plan B' era matar al presidente", remarcó el mandatario, que dijo haber escuchado en varias ocasiones esas amenazas durante su retención.

Cambio en toda la cúpula de la Policía

También contó que en un momento en que los sublevados, aparentemente, habían accedido a liberarlo, él se resistió al ver que los agresores le esperaban para fingir un cruce de tiros.

El Gobierno de Ecuador ha cambiado toda la dirección de la Policía del país, de la que han salido seis generales. "Ahora hay una nueva cúpula", compuesta por cuatro generales de menor antigüedad que los militares que abandonaron la Policía, indicó un funcionario.

El comandante general de la Policía, Freddy Martínez, anunció la renuncia a su cargo y será sustituido por Patricio Franco, según informó el ministro del Interior, Gustavo Jalkh.

Al ascender Franco, los generales que tenían rango superior a él y que trabajaban estrechamente con Martínez han abandonado también el servicio activo de la Policía, explicó la fuente.

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