Portugal

Conmoción en Portugal por el asesinato de una niña de 3 años por una deuda por "trabajos de brujería"

El asesinato de una niña de tres años ha conmocionado a Portugal. La madre de la menor se negó a pagar una deuda por "trabajos de brujería" y la pequeña fue secuestrada y golpeada hasta la muerte.

Asesinato en Arkansas

Asesinato en ArkansasPixabay

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En las últimas horas un escalofriante suceso ha sacudido Portugal: una niña de tres años ha sido asesinada por una deuda contraída por "servicios de brujería". La pequeña Jessica fue ingresada esta semana en un hospital de Setúbal, a unos 50 kilómetros de Lisboa, con parada cardíaca en estado grave. A pesar de los esfuerzos de los médicos por intentar salvar su vida, la menor ha fallecido.

Deuda por brujería

Todo comenzó cuando la madre de la pequeña contrató los servicios de una mujer de 52 años, que se hacía pasar por ama de cría, para que llevara a cabo un "trabajo de brujería" con el fin de mantener la relación que tenía con su pareja. Según el 'Correio da Manha', la mujer se negó a pagar la deuda que ascendía a 400 euros y entonces la falsa ama de cría, con ayuda de su marido, secuestró a Jessica.

Durante los cinco días que la tuvieron retenida, la golpearon hasta que la niña no resistió más y entró en un cuadro agónico. De hecho, la autopsia posterior ha revelado signos evidentes de malos tratos, con hematomas en todo su cuerpo. Ahora, la pareja está acusada de homicidio calificado y también la hija de ambos, de 27 años, por denegación de auxilio, puesto que según las autoridades no denunció el caso.

Antecedentes

A principios de junio, la Comisión de Protección de Niños y Jóvenes de Portugal evaluó la situación familiar de Jessica. Sin embargo, poco después archivó el caso al no encontrar ninguna anomalía en su cuidado. Tras el suceso, la Policía lusa investiga ahora a su madre, que durante el secuestro dijo que la niña se encontraba de vacaciones para evitar que los servicios sociales le retiraran la custodia.

En este contexto, la ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, ha reflexionado sobre la necesidad de reforzar los protocolos de protección infantil y revisar los "fallos en el sistema para que puedan ser corregidos". "Es algo que choca a todos", ha admitido la número dos del Gobierno portugués.

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