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FRANCESCO SCHETTINO | "EL HOMBRE MÁS ODIADO DE ITALIA"

El capitán del Costa Concordia, "el hombre más odiado" en Italia y en redes sociales

El clamor en Italia contra el capitán del Costa Concordia cada vez es mayor. Las pintadas contra Francesco Schettino son solo una muestra de la indignación popular contra quien se lima cualquier culpa de lo ocurrido frente a la isla italiana de Giglia.

Lo mismo ocurre en las redes sociales, donde se multiplican las reacciones en contra del comandante. Los internautas utilizan su sobrenombre en Italia, “Capitán cobarde”, para referirse a Schettino; e incluso se jactan de que en algunos medios como el 'Daily Mail' le definan como “el hombre más odiado de Italia”.

Las redes sociales “arden” además al recordar, por ejemplo, que abandonar un barco es más que desertar, significa traicionar el Código Marítimo. Pero el lenguaje digital también es ironía: “#CapitánCobarde controlaba el desalojo desde tierra #mecaienunalancha”, escribe Zoraida, una twittera de Antena 3 Noticias.

Las pintadas ofensivas que han aparecido en la cárcel donde estuvo retenido son sólo un ejemplo del sentimiento ciudadano y de la indignación por el comportamiento Schettino, que continúa bajo arresto domiciliario.

El capitán ya ha sido sometido incluso a un examen toxicológico para determinar si consumió algún tipo de droga o estupefaciente  la noche del naufragio. “El villano de Italia” se enfrenta a una pena de quince años de prisión por homicidio.

El capitán del Costa Concordia encadenó error tras error durante la evacuación
La jueza instructora del caso concluye que el capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, permaneció sobre una escollera de la isla de Giglio mirando cómo se hundía el barco antes de que concluyeran las labores de evacuación.

Capitán del crucero Costa Concordia

El capitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, permaneció sobre una escollera de la isla italiana de Giglio mirando como se hundía la embarcación que había abandonado antes de que concluyera la evacuación de la misma. Esto es lo que concluye la jueza instructora Valeria Montesarchio en la orden que dictó en la tarde de este lunes para el arresto domiciliario al capitán.

Una conclusión basada en los testimonios que han sido recogidos en el marco de la investigación en curso por el accidente marítimo y en la que considera, asimismo, que existen "graves indicios" de los tres delitos de los que la Fiscalía acusa a Schettino, el de abandono de la nave, homicidio culposo múltiple y naufragio.

Al menos 11 personas han muerto y otras 22 siguen desaparecidas tras el naufragio del crucero, ocurrido en la noche del pasado viernes y en el que viajaban más de 4.000 personas.

Sin embargo, en la orden la jueza establece que no hay indicios sobre un intento de fuga ni de contaminación de pruebas por parte del capitán, como sostienen los fiscales, y por ello dicta el arresto domiciliario y desestima la petición del fiscal Francesco Verusio, que pedía prisión cautelar.

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