Ha conocido de todo a lo largo de su vida. Nació en 1880 y acaba de cumplir, por tanto, 130 años. Es la mujer más anciana del mundo y vive en Georgia, en una casa rodeada de tranquilidad en un remoto pueblo de montaña.
Antisa ha soplado las tres velas que le han puesto en su tarta en casa, rodeada por su familia, amigos y vecinos. Suele pasar casi todo el tiempo en la cama, pero en el día de su cumpleaños ha querido levantarse para dar las gracias a sus visitantes.
Ella misma dice que ha trabajado mucho a lo largo de su vida, en el campo, y para sacar adelante a sus hijos cuando murió su marido, y que ahora no quiere estar todo el tiempo tumbada.
Su marido murió en 1949, y hace diez años falleció también su hijo mayor.
Todos los documentos originales, incluyendo su pasaporte de la era soviética, su cartilla de pensión y otras notas oficiales certifican que nació el 8 de julio de 1880.
Ahora vive en el campo, en su casa junto a su hijo más joven, que tiene 71 años. Junto a ellos, viven también algunos nietos. Su hijo asegura que su madre trabajó mucho a lo largo de su vida y que nunca salió del pueblo, "por eso no puede contar muchas cosas de gran importancia, pero sí recuerda m uchas historias de su propia vida y de la de los vecinos".
