El presidente de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos.

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Política

Francisco Álvarez-Cascos, denunciado y expulsado de Foro Asturias por apropiación indebida

Foro Asturias ha presentado una querella criminal contra Francisco Álvarez-Cascos junto a numerosas facturas que demostrarían apropiación indebida mientras el exministro de Fomento niega las acusaciones: "No me siento responsable de las irregularidades".

Francisco Álvarez-Cascos ha sido expulsado del partido que él mismo impulsó hace nueve años, Foro Asturias Ciudadano, y denunciado como presunto autor de distintos delitos de apropiación indebida y administración desleal

La comisión directiva de Foro ha tomado esta decisión contra el exministro de Fomento tras una auditoría externa encargada hace meses en la que se denuncian distintas irregularidades y en la que se le achacan ingresos de más de 1,2 millones de euros en sueldos y gastos que pasó al partido.

La querella criminal interpuesta en el juzgado de Oviedo por la actual dirección de Foro contra su fundador va a acompañada de numerosas de facturas y contratos de su esfera personal que podrían haber supuesto para la formación un coste superior al millón de euros.

Las facturas que acompañan la denuncia, según indican desde el partido, son de todo tipo: zapatos para sus hijos, videojuegos, tasas de licencia de pesca, llamadas de teléfonos de su familia o estancias en hoteles en viajes particulares.

Un partido impulsado por Álvarez-Cascos

Tras su salida del Partido Popular, Cascos promovió la creación Foro Asturias Ciudadanos -el acrónimo del partido, FAC, coincidía con las iniciales de su presidente- y se mantuvo al frente de esta formación hasta 2018, primero como presidente y luego como secretario general.

Después, el liderazgo pasó exalcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y el enfrentamiento entre ambos llevó a esta última a fiscalizar las cuentas desde la fundación del partido

Álvarez-Cascos, por su parte, no se considera responsable de las irregularidades destapadas en esa auditoría y ha defendido la transparencia de una cuentas "que conoce todo el mundo" y que han sido auditadas y fiscalizadas hasta hace un año. "No me siento responsable de las irregularidades" y "no hay ningún misterio", señaló el que fuera vicepresidente del Gobierno tras hacerse pública la auditoría el pasado 29 de mayo.