La incertidumbre y la fragmentación política hacen que los resultados de las elecciones generales se presente muy incierto. Lo que sí se puede prever es que el gobierno que se forme será un gobierno de coalición.
Estas son las terceras elecciones que se celebran en España en apenas cuatro años, es decir, lo que suele durar una sola legislatura. Durante estos cuatro años el bipartidismo se ha diluido tanto que en este año ni siquiera valdrán los pactos a dos partidos, sino que harán falta más actores para formar una mayoría de gobierno.
La gran incógnita de estas elecciones es la fuerza con la que irrumpirá Vox en el Congreso. El partido de Santiago Abascal será la quinta fuerza política con más de el 10% de los votos, según las encuestas aunque el resultado definitivo es difícil de pronosticar por la polarización y por el 40% de votantes que llegaron indecisos a la última semana de campaña.
Lo que sí está claro es que habrá dos bloques uno del PSOE apoyado por Podemos y que podría necesitar a los independentistas a cambio de la autodeterminación y posibles indultos a sus presos en caso de condena en el juicio. Y el bloque de la derecha apoyado por PP, Ciudadanos y Vox.
Sea cual sea el bloque que se lleve el mayor número de escaños puede que sean insuficientes para gobernar en mayoría.
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