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REPROCHES AL GOBIERNO

Zapatero: "Confío en el diálogo con los sindicatos"

La sesión de control al Gobierno se ha centrado en la huelga general. Siete diputados habían anunciado que harían huelga y no asistirían al Congreso.

Había que fijarse hoy con detenimiento para detectar síntomas de anormalidad en el Congreso durante el díade huelga general; siete escaños vacíos en la sesión de control daban alguna pista de lo que estaba ocurriendo fuera del Palacio de las Cortes, porque el resto del hemiciclo estaba casi a rebosar.

Bien claro lo había dejado el presidente del Gobierno, José LuisRodríguez Zapatero, cuando se dirigía al salón de plenos acompañadode la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega: "Voy a trabajar". Y dentro se ha encontrado con muchos otros diputados dispuestos alo mismo, a juzgar por el aspecto que presentaba el hemiciclo, con casi todos los escaños ocupados, salvo los siete de los"huelguistas".

Sus nombres: Gaspar Llamazares (IU); Joan Herrera (ICV); Francisco Jorquera y Olaia Fernández (BNG) y Joan Ridao, Joan Tardáy Francesc Canet de ERC; todos ellos convencidos seguidores de la protesta sindical contra la reforma laboral.

Había más ausencias, y los periodistas han buscado en vano al socialista y ex sindicalista Antonio Gutiérrez, quien ayer anunció que sí iría hoy, aunque para trabajar en su despacho. En el patio del Congreso y en sus pasillos había, si cabe, más periodistas que ningún otro día, y muchísima expectación.

No faltaban ujieres, taquígrafos y la mayoría de los funcionariosparlamentarios, cuyo seguimiento de la protesta ha sido mínimo, asíque cuando el presidente de la Cámara, José Bono, ha abierto la sesión a las nueve de la mañana, todo parecía de lo más normal. Rodríguez Zapatero ha respondido primero a una pregunta delportavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien quería saber cuáles la oferta "post-huelga" del presidente a los sindicatos parareformar las pensiones; Zapatero ha recalcado su llamamiento al diálogo, que ve como una "obligación" de todos, para conseguirlo.

La segunda pregunta se la ha dirigido el líder del PP, Mariano Rajoy, sobre la competitividad de la economía española, sin que ambos hayan hablado directamente de la huelga general. Sólo ha hecho una mención Rajoy, como de puntillas, al decir que el presidente "hace una reforma laboral, le hacen una huelga general y encima anuncia que va a haber más paro el año que viene".

Frente al "más paro, más impuestos, menos infraestructuras y más recortes sociales" que según Rajoy resume los presupuestos de 2011, Zapatero ha esgrimido datos positivos que para él confirman que España no pierde competitividad, e incluso mejora pese a la crisis. Luego, de nuevo ante los periodistas en el pasillo, Zapatero ha reiterado su confianza en encontrar a partir de mañana "cauces de diálogo" con los sindicatos. Y en el hemiciclo, la vicepresidenta De la Vega se ha enfrentado a la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, como suele ser habitual con gran alboroto en los escaños del grupo popular.

Sobre todo cuando ha acusado al PP que estar en "huelga" contra la recuperación económica por electoralismo y de atacar "hasta a los mendigos" de Madrid, por unas polémicas declaraciones sobre la limpieza de la ciudad de la concejala Ana Botella. También ha tenido encontronazo la vicepresidenta segunda Elena Salgado con Vicente Martínez Pujalte, al que ha dicho que no sabe si el PP es un Partido de los Trabajadores o el "Partido del Té",acordándose del movimiento ultraconservador estadounidense "Tea Party".

El tercer vicepresidente, Manuel Chaves, ha debatido igualmente con los del PP, otra vez con bronca y muy jaleado por los suyos. Así que la jornada ha sido casi normal, nada que ver con el agitado pleno que se celebró durante la última huelga general, hace ocho años, cuando gobernaba el PP y los diputados socialistas llegaron a exhibir carteles en el pleno a favor del paro. Cuando hoy terminaba la sesión, medio centenar de sindicalistas se ha plantado frente a la escalinata de los leones para pedir a gritos la dimisión de Zapatero, pero se han marchado tras serinducidos a ello por la Policía, al igual que otro grupo deciclistas con pinta de "antisistema" que vociferaban al presidente:"No nos falles, pírate". No sabían que se había ido mucho antes para seguir desde elPalacio de la Moncloa el alcance de la huelga y esperar a mañana,que ya será otro día.

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