Restauración

El nuevo desafío de los bares y restaurantes: permitir o no que los clientes compartan los menús del día

Cada vez es más habitual que dos o tres personas compartan un mismo menú del día. Uno come el primer plato y otro el segundo para ahorrar gastos. Algunos hosteleros ya han optado por la drástica decisión de prohibir expresamente esta práctica frecuente entre jóvenes y turistas.

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Su recuperación está siendo lenta, pero podríamos decir que el sector de la hostelería empieza a levantar cabeza. Y eso a pesar de las dificultades y problemas a los que se enfrenta desde hace tiempo: las pérdidas acumuladas a raíz de la pandemia, la falta de personal cualificado o la constante subida de materias primas y energía. A esta lista se suma ahora la picaresca de los clientes a la hora de reducir gastos. Como si no fuera suficiente ahorro comer de menú del día, muchos intentan compartirlo. "Son sobre todo jóvenes y estudiantes, gente con poco poder adquisitivo, que vienen y piden un menú y para dos. Cada uno come un plato y comparten el postre", explica Edmundo Liñares, encargado del café La Morena. Él asegura que no se han planteado prohibir esta práctica: "Tampoco podemos hacer nada, o permitimos que se compartan el menú entre dos o nos arriesgamos a perder a los clientes, y, por el momento, preferimos seguir teniendo clientes".

Vanesa Ferreira, al frente de El Xallas, en cambio, no contempla que los clientes compartan menú en su establecimiento: "Tenemos un precio muy ajustado, cobramos 11 euros por todo, un primero, un segundo, bebida, pan, postre o café, y nosotros queremos sacar algo de beneficio, como es lógico".

Esta misma decisión, la de prohibir que se comparta menú, la han tomado en el restaurante Marte. "Para evitar eso, nosotros ofrecemos medio menú, que incluye pan, bebida, postre o café y un plato único del menú de día pero de mayor tamaño para que salgan a gusto", explica Yasmin Sanmartin.

Y, para que no haya duda, en el restaurante Gaiola "tenemos puesto en nuestro menú que no se puede compartir. Al fin y al cabo, si cinco clientes ocupan una mesa para comer dos menús significa que estamos perdiendo la posibilidad de dar más servicios", explica Paula Sánchez.

¿Qué piensan los clientes?

Pues, como entre los hosteleros, encontramos de todo. Desde personas que entienden que "hay gente que económicamente va muy justa y buscan la opción de compartir". También hay familias que lo han hecho: "Sobre todo si en el restaurante te advierten de que el menú es muy abundante, sí hemos pedido un menú para los dos niños". Pero también hay comensales que no lo entienden así: "El menú del día es para comerlo solo"; "si van dos o tres personas a comer, lo normal es que cada uno se pida su menú".

Se trata, así, de un nuevo reto al que se enfrentan los hosteleros.

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