Este auto de competición de color rojo fue adquirido por un comprador anónimo en una transacción privada que ha sido confirmada por tres especialista independientes a Bloomberg News.
El precio alcanzado de 38 millones de euros es un 49% más caro que el record alcanzado por ningún otro coche. El valor de los coches clásicos, particularmente los Ferraris de los años cincuenta y sesenta, continuan atrayendo la atención de entusiastas e inversores.
El coche fue originalmente adquirido por Pappalardo en 1974, quien los restauró y lo condujo en numerosas carreras históricas incluyendo Le Mans Classic de 2002, antes de ser vendido.