Más de cinco mil candidatos optan a 130 plazas de supervisores, recepcionistas y barman en dos hoteles de Barcelona, pero para conseguir el trabajo no tendrán que superar una entrevista convencional de trabajo sino que tendrán que hacer brilar todas sus habilidades.
Los seleccionadores de personal están llevando a cabo un proceso que se conoce como laboratorio de talento y que se ha importado de EEUU. Son encuentros de menos de 10 minutos en los que los candidatos pueden soprender tocando el cajón, o diseñando bocetos de moda. Todo vale para demostrar la creatividad y las aficiones de cada uno.
También se valora la formación, los idiomas y todo lo expuesto en el curriculum pero para formar un equipo dinámico estos seleccionadores buscan traspasar esa carta fría que para ellos es el CV y llegar a conocer mejor al candidato para ver qué puede ofrecer.