Agentes de la Guardia Civil custodian los accesos a las puertas de embarque en el aeropuerto de Barcelona

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Denuncian precariedad laboral

El Comité de Eulen habla de "tensión increíble" con la Guardia Civil y reprocha al Gobierno que "ordene" en vez de sentarse "a hablar"

Juan Carlos Giménez, asesor del comité de huelga de Eulen, asegura que los trabajadores están cumpliendo los servicios mínimos, fijados en el 90%, y que la seguridad del aeropuerto "no está en peligro". Además, "tienen una presión añadida a la que ya tenían porque la Guardia Civil están encima de su trabajo constantemente"" ha añadido.

El asesor del comité de huelga de Eulen, Juan Carlos Giménez, ha calificado de "ilegal" el laudo arbitral y ha asegurado que la seguridad el aeropuerto de Barcelona-El Prat "no está en peligro", al tiempo que ha reprochado al Gobierno que se dedique a "ordenar" en vez de sentarse a hablar".

En declaraciones en una entrevista radiofónica, el asesor asegura que los trabajadores están cumpliendo los servicios mínimos --fijados en el 90%-- y que en ningún momento se está poniendo en peligro la seguridad por lo que el laudo anunciado por el Gobierno debe ser considerado "ilegal".

"El laudo es ilegal porque para poner un laudo habría que cumplirse unos requisitos como que la seguridad esté en peligro", ha afirmado, para insistir en "ni la seguridad externa ni la interna están en peligro sino que se cumplen todos los filtros para que ningún vuelo esté en peligro".

Giménez consideró que con un 90% de servicios mínimos, que los trabajadores asegura "van a cumplir escrupulosamente" no tendría que haber ningún problema de seguridad y ha criticado la actitud del Gobierno, que "lo que prefiere es dictar y a su conveniencia".

El asesor del comité de huelga de Eulen ha apuntado que los trabajadores siempre están dispuestos a sentarse a negociar y ha reprochado al Gobierno que "ordene" en vez de "sentarse a hablar; que es lo que hay que hacer y no imponer", ha opinado.

"El Gobierno utiliza las leyes como quiere cuando quiere. En este caso se demostrará que el laudo es ilegal y se lo tumbarán judicialmente", advirtió Giménez.

Tensión increible con la Guardia Civil

El asesor, que aseguró que han rechazado la oferta porque además de los temas económicos quedan otros asuntos pendientes, denunció que la convivencia en los filtros de control entre los trabajadores y laGuardia Civil que es "muy mala".

"La Guardia Civil está encima de cualquier movimiento que los trabajadores hagan y tienen una presión añadida a la que ya tenían porque la Guardia Civil están encima de su trabajo constantemente", denuncian desde el comité de huelga asegurando que la tensión es "increíble".

"La única manera de solucionar un problema es sentándose porque no van a tener a la Guardia Civil toda la vida detrás de los vigilantes", denuncian desde el comité asegurando que la precariedad laboral es la que está detrás de todos estos sucesos y culpa a Aena de ello por licitar las concesiones para obtener el mayor rendimiento económico posible.

Culpa a Aena por licitar a la baja

El comité de huelga denuncia que los sueldos medios de un vigilante de control de seguridad ronda los 900 euros para las nuevas incorporaciones, algo "inaceptable" para una empresa que obtiene casi un 39% de beneficio, "mientras la gente se encuentra en una situación de clara precariedad laboral y condiciones laborales pésimas".

Por ello, acusan directamente a Aena de realizar las licitaciones a precio más bajo para conseguir más beneficios y advierte que la situación se repite en todas las empresas que están trabajando para el aeropuerto.

"Estos trabajadores no podrían ir al servicio, no podrían almorzar y se habían desmayado en el puesto de trabajo, las vigilantas que pedían ir al servicio porque les había venido la menstruación se tenían que manchar delante de los clientes porque no tenían relevo y faltaba personal", denuncian desde el comité de huelga.

Por todo ello el comité se muestra dispuesto a convocar otra asamblea con otras propuestas y volver a negociar porque confían en llegar finalmente a un acuerdo y reconocen que por su parte tienen la intención firme de solucionar el conflicto.

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