Fútbol

Un futbolista inglés de 18 años muere tras consumir pastillas en Ibiza

El joven falleció de una insuficiencia hepática grave tras consumir éxtasis.

Ambulancias en una foto de stock

Ambulancias en una foto de stock@SAMU061IB

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El ambiente festivo de Ibiza en verano se ha visto sacudido por la trágica muerte de un futbolista inglés. Ryan Long, un joven de 18 años, natural de Essex, llegó a Ibiza para vivir sus primeras vacaciones por su cuenta, acompañado de sus amigos. El jugador del Eastwood CFC y su grupo aterrizaron el pasado 2 de julio en la isla y esa misma noche salieron a descubrir la vida nocturna de Ibiza. Tras consumir, presuntamente, una pastilla de éxtasis, Long empezó a encontrarse mal, por lo que sus amigos, viendo que "no estaba bien", decidieron llevarle de vuelta al lugar donde se alojaban, pensando que podría recuperarse con descanso, tal y como relataron sus amigos.

Sin embargo, al llegar al apartamento, la situación empeoró rápidamente. Ryan Long se desplomó, perdió la conciencia y comenzó a convulsionar. Una ambulancia aérea trasladó al joven de urgencia al hospital, donde fue ingresado en estado crítico y finalmente cayó en coma esa misma noche.

Apenas una semana más tarde, el martes 8 de julio, falleció en la unidad de cuidados intensivos en Palma por una insuficiencia hepática aguda. La familia del joven achaca que su hijo consumiera drogas debido al alto precio de las copas en las discotecas ibicencas, "un vodka con cola costaba 52 euros. Creo que era más barato buscar en otro sitio", comenta su madre, tratando de encontrar explicación a lo ocurrido.

El entrenador de su equipo, Ben Bradford, puso en marcha una campaña de recaudación de fondos para apoyar a la familia y mantener vivo el recuerdo de Ryan, a quien describe como “un chico encantador, deportista y con pasión por la música”. La familia y el entorno de Ryan han lanzado un mensaje de advertencia a otros jóvenes que planean viajar a destinos de fiesta: “No merece la pena correr el riesgo”.

Caos en un vuelo a Ibiza

Una mujer denunció que un grupo de pasajeros británicos consumieron pastillas y alcohol antes y durante el vuelo que partía desde Luton y crearon un ambiente hostil que finalmente tuvo que ser solucionado por la Policía. Con esta denuncia, la mujer pide que se prohíba el alcohol a bordo. Denunciaba que durante el viaje los pasajeros británicos generaron un clima de tensión y miedo en el avión." Fue un auténtico horror. Pasé miedo", explicaba la pasajera, catalogando a las personas que iniciaron la serie de incidentes de "auténticos animales ingleses": "Todo el mundo de pie, chillando, chicos pegándose, bebiendo botellitas de alcohol uno detrás de otro…".

Alegó que los pasajeros británicos impidieron a los asistentes del avión hacer su trabajo durante las dos horas y media que duró el vuelo: "Un auténtico infierno. Antes de subir ya iban borrachos, tomando pastillas y alcohol a la vez, lo vi con mis propios ojos". "No deberían dejar subir a esta gentuza al avión ni vender alcohol dentro". "No queremos este tipo de turismo en Ibiza, que se queden en su casa", esgrimió la pasajera. Según 'The Independent', La Policía Local esperó al aterrizaje del avión en en Ibiza, alrededor de las 23:30 porque habían sido llamados por un grupo de pasajeros que se estaban comportando de forma perturbadora.

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