El ingrediente secreto para tus nachos caseros con queso

Es uno de los alimentos por excelencia de la comida mexicana y hoy, 24 de febrero, tiene su propio día. Estamos hablando de los nachos. Aunque comenzaron por utilizarse en el país mexicano, la popularidad de los nachos hizo que llegara a todos los países del mundo con gran rapidez. De hecho, la creación del Día de los Nachos no tiene su origen en México sino que surgió en Estados Unidos, donde es conocido como National Tortilla Chip Day.

El Día de los Nachos es el momento perfecto para conocer la historia sobre esta preparación que la cocina tex-mex ha hecho tan popular. El curioso origen de los nachos se remonta al año 1943 y a la localidad del norte de México de Piedras Negras. En el restaurante El Moderno se reunieron un grupo de mujeres norteamericanas y, como no tenían la cocina listo, el encargado decidió servirles lo que tenía a mano: tortillas de maíz fritas con queso y jalapeños. Este señor se llama Ignacio Anaya, Nacho para los conocidos. Cuando le preguntaron por el plato, una confusión le hizo entender que le preguntaban por su nombre y el nombre de nachos ya les quedó para siempre.

Cómo preparar nachos con queso

Para preparar este día tan especial no hay mejor plan que preparar unos riquísimos nachos caseros y sorprender a tus amigos o familiares con una velada al más puro estilo mexicano. Los nachos con queso pueden parecer una combinación básica pero lo cierto es que para que queden en su punto ideal hay que saber cómo prepararlos de forma correcta.

Cada maestrillo tiene su librillo pero hay una receta de nachos que nunca falla. Aunque es cierto que hoy en día es habitual encontrarlos con muchas capas y diversos ingredientes, la receta original de los nachos solo lleva tres ingredientes: nachos, queso y jalapeños. El secreto para que tu receta quede perfecta está en escoger bien la materia prima. El queso es básico; la receta de nachos original lleva queso colby pero como aquí es difícil de encontrar, se recomienda usar cheddar.

Y no lo digas muy en alto pero lo que vas a necesitar no son realmente nachos sino totopos. Con esto, el cheddar y un bote de jalapeños tienes los ingredientes listos. Ahora la clave está en colocar sobre una bandeja del horno una capa de queso por encima de cada nacho y situar una rodaja de jalapeña. Así, te aseguras que todos los nachos vayan a tener sabor. Y cuando tengas todo preparado, solo queda un paso. Echar un poco del líquido del bote de los jalapeños sobre los nachos con queso. Ese es el secreto para que queden más ricas que nunca. Mete al horno la bandeja hasta que el queso esté fundido y ¡a comer!

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