Los teléfonos suenan sin descanso este martes en la Fundación Tàpies y se solapan con el ruido de los martillos y las taladradoras de los operarios que cuelgan cuadros y trabajan contrarreloj para lograr que desde esta tarde los ciudadanos se despidan del artista disfrutando de su obra en esta institución.
"Hoy es un día muy triste, pero a la vez es alegre, porque estamos recibiendo muchas muestras de cariño y vamos a despedirlo rodeados de su obra", ha dicho la directora de la Fundación Tàpies, Laurence Rassell, que atiende sin descanso a medios de comunicación de todo el mundo y coordina las dos jornadas de puertas abiertas.
En los aledaños de la Fundación, situada en la calle Aragón de Barcelona, esta mañana grupos de personas se acercaban a un cartel en el que se puede leer: "la Fundación Antoni Tàpies comunica con tristeza el deceso de Antoni Tàpies (...). La familia celebrará una ceremonia en la intimidad (...). En gesto de duelo se celebra una jornada de puertas abiertas".
"Estamos recibiendo muestras de apoyo de todas partes. La gente de a pie llama a la puerta y por teléfono y también hemos contestado llamadas de personalidades de la cultura y de la política de todo el mundo", ha explicado Rasell. La familia quiere despedirse de Antoni Tàpies en la intimidad, de manera que todas las muestras de pésame públicas se dirigen a la Fundación Antoni Tàpies, que ha recibido llamadas del presidente de la Generalitat, Artur Mas; del conseller de Cultura, Ferran Mascarell; del director del Museo Reina Sofía, Manuel J. Borja-Villel; y de artistas como Carles Santos.
La Fundación Antoni Tàpies colocará un libro de condolencias en la sala principal para que los ciudadanos y las autoridades expresen su pésame. En las paredes de esa sala estará colgada 'Terrós' (1984) por expreso deseo de la familia, junto a otras obras de gran formato como 'Llibre mur' (1990) y otras más pequeñas de gran valor artístico como 'Figura sobre fusta cremada' (1947).
"Queremos reflejar su modo de trabajar y mostrar obras de todas las épocas porque Tàpies es una artista que ha atravesado generaciones, desde sus inicios influenciados por el surrealismo hasta su obra contemporánea", según Rasell. "Tàpies conoció a Picasso y a Miró y trabajó con Brossa. Pero hoy no hemos perdido una parte de la historia porque él continuó más allá de su generación y evolucionó al margen de la modas", ha concluido la directora de la Fundación.