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¿Es seguro volar? La explicación de la ciencia para los miedosos
La humanidad siempre ha deseado volar. y ahora que podemos, algunos se pasan la mitad del tiempo aterrados, sudando al llegar al aeropuerto y rozando la histeria a la mínima turbulencia. ¿Tiene algún sentido este miedo? Vamos a analizarlo.
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Los aviones vuelan gracias a su geometría y la velocidad que alcanzan. Aunque la explicación tiene una gran complejidad ligada, podemos resumir la explicación del divulgador científico Roque López de forma muy simplificada en que, cuando un avión está en el aire, se mantiene sin caer porque se genera una diferencia de presión entre la parte superior e inferior de las alas.
Sí, esto no nos tranquiliza en exceso. En un vuelo comercial solemos estar a más de 9.000 metros del suelo y pensar en un fallo técnico o una tormenta nos aterra. Sabemos que dependemos totalmente del vehículo.
¿Qué debemos hacer para mantener la calma? Tener claro que el avión es el medio de transporte más seguro. Asumimos un riesgo mínimo en un viaje aeronáutico. Probablemente, según asegura el divulgador científico David Ballesteros, es “más peligroso el viaje hasta el aeropuerto que el propio vuelo”. La siniestralidad de los aviones es muy muy baja, sobre 0,006 muertes por cada mil millones de kilómetros recorridos. Un valor muy inferior al de trenes o coches.
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Así que ya sabes, si vas a coger un avión, ten cuidado en el viaje al aeropuerto. Después, en la aeronave estarás en buenas manos, asumiendo un riesgo mínimo. Y si hay turbulencias, piensa que nunca son responsables de accidentes. Sólo de hacer pasar un mal rato al pasaje.
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