Muchos perdieron su fe en este Tenerife y se fueron antes de acabar... En la calle, caras largas, no se había perdido un partido sino mucho más.
Un grupo espera a los jugadores para insultarlos... la policía se posiciona y pasan los minutos, pero no sale nadie. En realidad era sólo una maniobra de distracción, comprobamos que la plantilla estaba saliendo por la puerta de atrás de su propio estadio. El grupo se disolvió y no se produjeron mayores incidentes pero sirvió de muestra de cómo está sufriendo la afición blanquiazul.