Los Bomberos de la Generalitat han controlado el incendio forestal que desde el lunes por la tarde ha quemado unas 36 hectáreas de masa forestal en las inmediaciones del cementerio municipal de Girona y que obligó a desalojar a unos 150 vecinos, que ya han podido volver a sus casas.
Los Bomberos de la Generalitat han informado de que una docena de dotaciones terrestres de los bomberos permanecen en el lugar, conocido como Les Pedreres de Girona, trabajando en las tareas de extinción del fuego que, según los datos del Cuerpo de Agentes Rurales, ha calcinado unas 36 hectáreas.
La lluvia que ha caído durante la noche en la zona, unos 6 litros por metros cuadrado, ha ayudado a sofocar las llamas.
Efectivos de las Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF), de la Policía Local, Mossos d'Esquadra, Agentes Rurales, voluntarios, Protección Civil y Sistema de Emergencias Médicas (SEM) participaron en las labores de extinción.
El fuego, que obligó el martes a movilizar 51 dotaciones terrestres de los bomberos y 15 aéreas, causó daños de diversa consideración en siete viviendas y obligó a desalojar de manera preventiva a unos 150 vecinos de las casas próximas.
Asimismo, los residentes en las urbanizaciones cercanas a la zona afectada, Torre Gironella, Torre Alfons XII y Sant Daniel, fueron confinados en sus viviendas.
Protección Civil habilitó el pabellón de Vila-Roja y una sala del hotel AC Palau de Bellavista para acoger a los vecinos desalojados.
