La imagen fue grabada por un vecino. Un hombre había olvidado las llaves en casa y pretendió entrar en su vivienda por la ventana. No se le ocurrió otra forma que subir a la azotea, lanzar una cuerda y descolgarse por ella.
Ocurrió lo peor, cuando había descendido dos plantas, le fallaron las fuerzas y se quedó colgando, en una posición comprometida, pegado a la fachada del edificio. Aguantó unos segundos, hasta que se precipitó al vacío. Como consecuencia del golpe murió.