Publicidad

EN EL 80% DE LOS CASOS HAY CAUSAS ORGÁNICAS

La disfunción eréctil afecta a dos millones y medio de españoles

El 35% de los varones no sabe con certeza si acudiría al médico acompañado por su pareja y la mayoría de los pacientes retrasan hasta dos años el acudir a la consulta.

La disfunción eréctil es una enfermedad que afecta en España a dos millones y medio de hombres y que sigue siendo un tabú en muchas relaciones de pareja. Los datos a propósito de este problema de salud nos revelan que el 35% de los encuestados no saben si acudirían al médico con compañera sentimental.

El doctor Beltrán ha explicado los detalles que rodean a esta alteración y ha empezado por ofrecer una definición completa de la disfunción eréctil, que se trata de la incapacidad persistente de conseguir y mantener una erección suficiente que permita una relación sexual satisfactoria.

El doctor ha matizado que en el 80% de los casos existe una causa orgánica y en un 20% factores psicológicos. Entre las causas orgánicas, la más frecuente es la enfermedad cardiovascular seguida de los problemas neurológicos. Hay en otras ocasiones que la disfunción viene provocada por fármacos o alteraciones del pene, pero estas son las menos frecuentes.

Beltrán ha explicado que muchos pacientes con disfunción eréctil tardan hasta dos años en acudir a un especialista, por ello ha incidido en la importancia de confiar en el médico y ha matizado que es esencial establecer una buena comunicación entre el paciente y el médico. Para ello la confianza es básica, además se recomienda utilizar un lenguaje sencillo, no omitir información ni mentir, preguntar y anotar las dudas y fundamental, el hecho de participar en la toma de decisiones y tener como apoyo a la pareja. El doctor ha señalado además que la incorporación de hábitos de vida saludables mejoran los síntomas de la disfunción.

Preguntado por el reciente brote de hepatitis que ha surgido en Vizcaya el doctor Beltrán ha aclarado que no hay que estar preocupados y ha explicado que la hepatitis A no puede ser crónica y no causa daño permanente sobre el hígado. Además avisa que la transmisión ocurre por agua o alimentos contaminados.

Publicidad