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ESTADOS UNIDOS | SIGUE LA INVESTIGACIÓN

La Universidad de Austin dice ahora que los cerebros perdidos se destruyeron en 2002

Investigan la desaparición de cien cerebros en la Universidad de Texas en Austin (EEUU). Dos profesores del centro habían denunciado la desaparición de las muestras almacenadas en el depósito "para travesuras de Halloween": "Creemos que alguien se ha llevado los cerebros, pero no estamos seguros", apuntaban en declaraciones a un periódico. El centro formativo dice ahora que los cerebros se destruyeron en 2002.

Los cien cerebros en formol desaparecidos en la Universidad de Texas (UT) en Austin (EE.UU.) no fueron objeto de un robo ni de una broma como se apuntó inicialmente, sino que se destruyeron en 2002 debido a su mal estado de conservación, según ha aclarado la institución. 

Según la Universidad, una parte de la colección de 200 cerebros donada por el Hospital Estatal de Austin ya estaba en mal estado cuando los recibió a mediados de la década de 1980, por lo que "no eran adecuados para la investigación o enseñanza". 

Las muestras en mal estado se almacenaron entonces en el Centro de Recursos Animales de la Universidad, una unidad que fue remodelada en 2002. "Funcionarios de seguridad ambiental de la Universidad eliminaron múltiples muestras de cerebro aproximadamente en el 2002 de acuerdo con los protocolos relativos a desechos biológicos", ha aclarado la institución, tras la polémica generada con su perdida. 

Los funcionarios destruyeron entre 40 y 60 frascos con formol, algunos de ellos con diversos cerebros en su interior. Horas antes de la aclaración de la Universidad, los comisarios de la colección de cerebros, los profesores de psicología Tim Schallert y Lawrence Cormack, denunciaron al rotativo Austin American Statesman la desaparición de las muestras almacenadas en el depósito. 

"Creemos que alguien se ha llevado los cerebros, pero no estamos seguros", apuntó Schallert, mientras que su colega Cormack consideró "muy posible" que estudiantes los "birlaran para travesuras de Halloween".

Un cerebro era de un asesino de 14 personas
"Ya no están en el sótano", agregó Cormack, en referencia a las muestras que según la Universidad fueron destruidas en 2002. Según ellos, uno de los cerebros desaparecidos pertenecía a Charles Whitman, el estudiante y exmarine que en 1966 asesinó a 14 personas desde la emblemática torre de la UT, la mayor masacre registrada en un campus universitario estadounidense hasta la de 2007 en Virginia Tech. 

En el comunicado posterior, la Universidad dijo "no tener ninguna evidencia" de que alguno de los cerebros destruidos fuera el de Whitman. Además, la Universidad designó un comité de investigación para esclarecer quien tomó la decisión de destruir los cerebros así como las otras informaciones aparecidas, como la de Whitman.

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