Zapatero y Mohamed VI en una imagen de archivo

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CALIFICA DE "ANTIMARROQUÍ" LA RESOLUCIÓN DEL CONGRESO

Rabat anuncia que "reexaminará" sus relaciones con España

El Congreso de los Diputados ha aprobado una resolución para que Marruecos condene los "incidentes violentos" de El Aaiún. El gobierno marroquí asegura que España se mueve por "viejos complejos hacia Marruecos".

El Gobierno de Marruecos anunció que considera que "las circunstancias requieren una revisión del conjunto de sus relaciones con España en todos los ámbitos", según admitió el ministro marroquí de Comunicación y portavoz, Jalid Naciri

La reacción del Ejecutivo de Rabat llega después de que el Parlamento español haya pedido al Gobierno de España que condene "los incidentes violentos" ocurridos durante el desmantelamiento el mes pasado del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik en El Aaiún, en el Sahara Occidental. 

Marruecos  en contra  de la resolución del Congreso de los Diputados
Naciri aseguró que la moción aprobada por el Congreso de los Diputados español "se caracteriza por su hostilidad hacia Marruecos" y "contiene expresiones antimarroquíes que son inaceptables". 

Según el portavoz, los partidos españoles que han votado a favor de la resolución están movidos por "viejos complejos hacia Marruecos" y utilizan las diferencias con el reino alauí para sacar rédito electoral. 

"Las fuerzas políticas españolas ponen una vez más a Marruecos en el corazón de la lucha política interna, dentro de una carrera electoral desenfrenada a fin de desviar la atención de la opinión pública española de la profunda crisis económica", subrayó el portavoz. 

Rabat habla de cordura y responsabilidad en su actuación en El Aaiún
Asimismo, Rabat lamenta que las Cortes españolas hayan "preferido condenar a Marruecos en lugar de felicitar a las autoridades por la cordura y la responsabilidad que demostraron en los últimos incidentes de El Aaiún, que no provocaron ninguna muerte entre civiles". 

Los violentos disturbios de El Aaiún se desencadenaron tras el desmantelamiento del campo saharaui de protesta de Gdaim Izik, a unos 18 kilómetros de la ciudad, y se saldaron con la muerte de once agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes, según la versión oficial. 

Marruecos reconoce las muertes de dos civiles vinculadas con estos sucesos, pero matiza que una de ellas fue producida por un atropello involuntario y otra por un fallo respiratorio de un herido en el hospital.

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