El gobierno autonómico sube el tramo autonómico del IRPF, elimina las deducciones fiscales para las rentas por encima de 24.000 euros -entre ellas, las de vivienda- y además pone en marcha el céntimo sanitario, que encarecerá los carburantes.
Respecto al IRPF, se introducen dos nuevos tramos en la escala autonómica que se aplicarán a los contribuyentes que perciban más de 120.000 y más de 175.000 euros, respectivamente.
Con este paquete fiscal, la Generalitat quiere recaudar 238 millones de euros para aliviar las arcas públicas valencianas. Habrá, además, un recorte del gasto sanitario de 400 millones.
Asimismo, el Consejo establecerá límites de renta para las deducciones autonómicas en la Declaración de la Renta, de 24.000 euros en las individuales y de 38.000 euros en las conjuntas. También se dejará sin efecto la deducción autonómica por inversión en vivienda habitual, dado que se trata de un capítulo que "ya hace el Estado", con lo que se ahorrarán 12 millones de euros, y se incrementará el denominado 'céntimo sanitario', con nuevos tipos de gravamen del impuesto sobre ventas minoristas de determinados hidrocarburos, con lo que se ingresarán 98,11 millones de euros.
El vicepresidente de la Generalitat Valenciana, José Císcar, asegura que toman estas medidas "porque estamos convencidos de que vamos a salir de esta situación. Son -dice- circunstancias excepcionales que requieren medidas excepcionales".
El plan de ajuste de la Generalitat valenciana incuye también recortes que afectarán sobre todo a los empleados públicos. Los interinos y el personal laboral verán que su jornada laboral pasa de 37 horas semanales a 25, con la consiguiente reducción salarial.
A los profesores que no tengan plaza en propiedad se les suprime el sueldo de verano. Los sindicatos ya han anunciado que no se quedarán de brazos cruzados.
Por último, para reducir más costes, el ejecutivo valenciano reagrupará el sector público empresarial de y pasará de cuarenta y seis sociedades públicas a seis.
