El comercio español registró una pérdida desconocida, derivada del hurto de empleados y clientes, fraude de proveedores y errores internos, de 2.946 millones de euros en el último año (entre julio de 2010 y junio de 2011), lo que supone un aumento del 7,7%.
De los 2.946 millones de euros cerca de la mitad (49,6%) corresponde al hurto externo ocasionado por clientes, que ha crecido en España, en tanto que el hurto interno provocado por personal del establecimiento representa un 29,4%, con un leve descenso.
Según recoge la última edición del 'Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución', presentada por Checkpoint Systems, esta pérdida representa el 1,4% de las ventas de las tiendas, el mayor porcentaje registrado en los últimos nueve años.
Con estos datos, España se sitúa -junto con Grecia- como el cuarto país del mundo donde más aumenta el hurto, sólo por detrás de la República Checa, Irlanda y Rusia.
Los artículos más vulnerables son los caros
Por su parte, el fraude de proveedores supone un 5,4% del importe total y los errores internos, como aquellos producidos en el marcado de precios, representan el 15,6% de la pérdida.
Según el estudio, elaborado con la participación de 38 empresas españolas que suman 7.562 establecimientos, los artículos más vulnerables son los caros, de marcas reconocidas y fáciles de transportar.
Así, los productos con mayor índice de hurto son los quesos y los loncheados ibéricos en alimentación; los productos de afeitado, cremas de gama alta y barras de labios en cosmética; complementos de moda; bebidas alcohólicas; artículos de electrónica y productos de bricolaje.
La inversión en seguridad se ha reducido en dos millones de euros, hasta 782 millones, con lo que el coste de la delincuencia para la distribución -pérdida por hurto más inversión en seguridad- se sitúa en 3.268 millones de euros. Este importe implica un coste de 219 euros por familia o de 80 euros por persona.