Las familias españolas deben menos dinero a los bancos. Eso dice la estadística, pero no porque paguen mejor sus deudas. El volumen ha descendido porque los créditos concedidos por los bancos han caído desde el inicio de la crisis. Cada vez es más difícil el acceso a la financiación pero los hogares siguen endeudados. Las facturas pendientes de los últimos años pesan en la economía de miles de familias.
Es el caso de Francisco; pagaba las letras de sus préstamos pidiendo otros nuevos. La bola de nieve disparó su cuota mensual a 1.800 euros, por eso agrupó sus deudas en una sola. Una operación pactada con el banco pero que no sale gratis.
Carlos también refinanció sus deudas. Pidió dinero al banco para reformar su casa pero la obra se complicó. Para aliviar su bolsillo redujo la cuota alargando el plazo de pago. No es fácil. Los bancos solo aprueban este tipo de operaciones para los clientes al día con los pagos, y cada vez hay menos.
Para pagar lo que deben muchos acuden a las tarjetas de crédito. El número de familias que hacen un uso abusivo de esta herramienta se ha disparado. Se calcula que dos de cada diez ya no pueden hacer frente a esas cuotas, algo así como las deudas de las deudas contraídas con los bancos.