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EN LOS FOGONES, PACO RONCERO

La tecnología "cocina" un menú lleno de sensaciones

En este restaurante, las mesas se transforman en fondos marinos, los cócteles se agitan solos y las almohadas se llenan de olores. No es magia, sino avances tecnológicos al servicio del arte gastronómico.

Una mesa que late, que se transforma en un fondo marino, que es capaz de encender una vela de forma virtual... y de hacer más cosas. También emite calor "para permitir que los platos conserven su temperatura", explica el cocinero Paco Roncero. Alrededor de esta mesa se sientan los comensales de un restaurante muy tecnológico.

Sigue la magia. Los clientes verán, incrédulos, cómo se agita un cóctel por sí solo. "La gente se queda alucinada", dice Roncero. Todo ello en una sala donde se podrá ver la lluvia, oler a tierra mojada o respirar el aroma del sarmiento mientras se quema. Un olor atrapado por una máquina y envuelto en una almohada, elemento sensorial a la hora de comerse una paella. "La gente huele a fuego mientras se come el arroz", desvela el cocinero.

Luces, sonidos, cambios de humedad... todo controlado por un ordenador, Hisia. 10.000 bits al servicio de la gastronomía. Falsas fresas con queso parmesano, huevo de codorniz relleno de maiz y consomé ahumado, filipino de foie... "Porque al final de lo que se trata es de comer. Sabíamos que eso al menos lo íbamos a hacer bien", dice Roncero. La emoción gastronómica desborda el plato y aquí adquiere dimensión de función teatral.

 

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