Al menos quince manifestantes han muerto, entre ellos seis en la localidad de Dumair, próxima a Damasco, en un nuevo viernes de protestas en todo el país contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, tan solo dos días antes del inicio del diálogo nacional convocado por el mandatario.
Como viene siendo habitual desde mediados de marzo, los manifestantes salieron de la oración del viernes en la mezquita y se concentraron para protestar en la capital, en Deraa, así como en la ciudad industrial de Homs y en otras ciudades del país.
Según activistas, las fuerzas de seguridad abatieron a seis personas en Dumair. El defensor de los Derechos Humanos Ammar Qurabi ha informado de tres muertos en Maarat al Numaan, en el extremo este de la provincia de Idlib y dos en el distrito de Midan, en el centro de Damasco. Otras tres personas murieron en otros incidentes separados, ha precisado.
Por su parte, la agencia oficial SANA ha informado de un muerto en Midan, en Damasco, y de un policía herido en este mismo lugar "por disparos de francotiradores desde un edificio". También en Damasco, dos agentes han resultado heridos de bala por hombres armados en Dumair mientras que otra persona ha sido agredida con un hacha.
Además, un agente de las fuerzas del orden ha muerto por disparos de personas armadas en Talbiseh, en Homs, mientras que dos civiles han muerto y otros dos han resultado heridos por disparos de francotiradores en Al Jalidieh, también en esta provincia, siempre según SANA.
En un gesto simbólico de solidaridad, los embajadores de Estados Unidos, Robert Ford, y de Francia, Eric Chevallier, se encuentran de visita en Hama. El Departamento de Estado había indicado ayer que la visita de Ford busca manifestar su solidaridad a los manifestantes antigubernamentales.
"La intención fundamental es dejar absolutamente claro que con su presencia apoyamos a los sirios que están ejerciendo su derecho a reclamar un cambio, a los que quieren un futuro democrático y a los que están expresando sus opiniones de manera pacífica", explicó la portavoz, Victoria Nuland.
