Publicidad

Italia

Así se vio la erupción del volcán Etna desde el espacio

El volcán Etna, ubicado en la provincia italiana de Sicilia, erupcionó por tercera vez este fin de semana. Los satélites captaron el momento en el que empezó a salir la lava, dejándonos imágenes como estas.

Es la tercera vez que el volcán Etna erupciona en los últimos días. Ubicado en la localidad siciliana de Catania, el satélite Sentinel captó las imágenes de la erupción desde el espacio, recogiendo una impactante fotografía en la que se puede apreciar la extensa lengua de lava originada por uno de los volcanes más activos del mundo.

El satélite, del programa Copernicus de la Unión Europea, está localizado a 700 kilómetros de altitud y enfocó en ese momento hacia el monte Etna. Con sus laderas nevadas, la banda infrarroja utilizada en la misión permite distinguir a la perfección el intenso rojo fuego que se va abriendo paso y la larga nube de humo recogidas en la fotografía.

Las imágenes fueron captadas el pasado jueves. Desde entonces, no ha dejado de sacar lava de su interior, un volcán imparable que mantiene en vilo a sus vecinos italianos. No obstante, los expertos lanzan un mensaje de tranquilidad y aseguran que todo está bajo control.

La tercera erupción continuada del Etna

El volcán Etna no da tregua a sus vecinos. En las últimas semanas, el monte siciliano ha 'explotado' hasta tres veces, sin llegar descansar durante el fin de semana y siendo las 2 primeras en menos de 48 horas.

Su última erupción originó una columna de humo de más de un kilómetro de longitud, lo que obligó a cerrar temporalmente la actividad en el aeropuerto de la ciudad de Catania, situado a más de 30 kilómetros del volcán.

En esa misma erupción, Etna llegó a crear "altas fuentes de lava" que dejaron restos de ceniza y lapilli –pequeños fragmentos de roca de hasta unos 5 centímetros- en las localidades costeras, lo que encendió la alerta en aeropuertos y ayuntamientos cercanos. Por ello, se terminó prohibiendo la circulación en carretera o, en caso de máxima necesidad, que no se superaran los 30 km/h.

La lava acabó descendiendo por el Valle del Bove, llegando a los 1.700 metros, aunque en una zona alejada de la vida humana, según explicó el Instituto de Vulcanología de Catania.

Publicidad