Encuentran al agresor un manual para matar zombis con ballestas

El instituto Joan Fuster de Barcelona ha reabierto hoy sus puertas con normalidad, tras el día de duelo vivido ayer por la muerte de un profesor y las heridas sufridas por otros dos docentes y dos alumnos a manos de un niño de 13 años que los atacó con un cuchillo y una navaja.

En las puertas del instituto permanecen todavía hoy numerosas velas, ramos de flores y mensajes de duelo por la tragedia vivida en el centro el pasado lunes por la mañana. Unos alumnos han desplegado también una pancarta en las puertas del centro en la que se puede leer el mensaje "Exigimos respeto. La intimidad es un derecho", con un crespón negro dibujado, dirigido a los medios de comunicación.

El centro celebrará en los próximos días un acto de homenaje al profesor fallecido, que intentó detener al niño cuando recorría los pasillos del instituto atacando a maestros y compañeros. En el día de ayer, el instituto Joan Fuster celebró un claustro extraordinario de profesores para adoptar las pautas de asesoramiento general en el instituto, junto a los servicios de urgencias y emergencia social del Ayuntamiento de Barcelona (CUESB).

El Joan Fuster se abrió sólo para que los alumnos fueran atendidos en grupo en las aulas, que contaban con la presencia de un experto del CUESB. Las muestras de duelo se vivieron en todos los centros educativos de Cataluña, donde a las 11.00 horas se guardó un minuto de silencio y se reflexionó sobre la inutilidad de la violencia a raíz del suceso vivido en el instituto Joan Fuster.

El niño tenía un croquis del instituto con puntos claves señalados

Los padres del agresor han confirmado a la Policía que la ballesta con la que atacó en el instituto es un regalo que recibió el padre hace 20 años. Desconocían que su hijo la hubiera cogido porque la tenían guardada en otra casa.

Durante el registro en el domicilio familiar la policía ha encontrado en el dormitorio del niño otras tres ballestas que él habría fabricado con alambres y gomas, un machete y dos escopetas con balines. Un croquis del instituto y varios dibujos diabólicos con los que aparecía escrito tenemos que matarlos a todos. Los padres han mencionado que su hijo estaba recibiendo tratamiento psicológico, no han trascendido los motivos, pero no estaba tomando medicación alguna.

Desde el instituto insisten en que no tenían constancia de que el menor tuviera problemas psicológicos. David, el profesor que redujo al niño, cuenta que el niño le dijo que escuchaba voces que le decían que tenía que matarlos a todos. Algo que confirmaría la teoría del brote psicótico difundida por los expertos.

Este tipo de trastornos surgen sin previo aviso. Pueden durar días o meses, detrás se esconce una enfermedad mental grave. En ocasiones pueden alterar el comportamiento, pero en este caso se puede confundir con los cambios de la adolescencia..

En su ataque el joven terminó con la vida de Abel, el profesor de sociales e hirió a cuatro personas má. La profesora de literatura, la primera en ser agredida con la ballesta, y su hija que también recibió una puñalada en la pierna volvían ayer por la tarde a su domicilio.

Todo apunta a que el niño autor de la tragedia será ingresado en un centro de menores especializado.