ADIÓS, INSOMNIO

"Salir a la fresca": la ciencia confirma que es el método más eficaz para dormir bien en verano

Olvida el móvil y el aire acondicionado, la clave para dormir mejor en verano puede estar tan cerca como la puerta de tu casa. La neurociencia lo confirma: "salir a la fresca" es la fórmula más natural y eficaz para conciliar el sueño.

Despertar

DespertarFreepik

Publicidad

En una época en la que buscamos soluciones tecnológicas para todo, desde aplicaciones que monitorizan el sueño hasta electrodomésticos que prometen enfriar la cama, el mejor truco para dormir bien en verano sigue siendo el más simple y el más antiguo, el sentarse al fresco al caer la tarde, como hacían nuestras abuelas.

Ellas sabían perfectamente que cuando caía el sol, lo mejor era salir a la puerta de casa a hablar, a respirar y a dejar que la noche llegara despacio. Ese hábito que parecía solo social, hoy la ciencia lo respalda como una de las formas más eficaces de preparar al cuerpo para dormir.

"Salir a la fresca" cumple con dos requisitos clave para un sueño reparador, una bajada progresiva de la temperatura corporal y una exposición natural a la luz del atardecer. Ambos factores son fundamentales para que el cerebro entienda que ha llegado el momento de descansar.

Dos factores clave para dormir: temperatura y luz

Según la Dra. Sofía Rodriguez Moroder, experta en patología dental del sueño en la clínica Cráneo Salud, dormir bien comienza mucho antes de meterse en la cama. Y tiene que ver con dos estímulos naturales, la bajada de temperatura y el cambio de luz al anochecer.

Mujer "a la fresca"
Mujer "a la fresca" | Freepik

"La ciencia ha demostrado que para que el cerebro active los procesos del sueño, la temperatura corporal necesita disminuir entre 0,5 y 1 grado", explica la doctora. Y eso se consigue de forma suave y progresiva, exponiéndonos al descenso del atardecer. "Es una señal inequívoca para que el organismo se prepare para descansar. El shock térmico de un aire acondicionado a 19 grados, en cambio, genera estrés y dificulta esta regulación natural".

El otro factor, la luz también juega un papel importante. Ver cómo cae el sol activa la producción de melatonina, la hormona que ayuda a iniciar y mantener un sueño correcto. En cambio, quedarnos frente al móvil o el televisor justo antes de dormir envía al cerebro un mensaje equivocado, "es de día, mantente despierto", debido a la intensa luz azul que emiten las pantallas.

Costumbres que favorecen el insomnio

La Dra. Rodriguez Moroder advierte que la combinación de luz azul artificial, climatización extrema y hábitos desordenados son factores perfectos para el insomnio. "Problemas como el bruxismo o la apnea del sueño, que tratamos a diario, se ven enormemente agravados por una mala calidad del descanso entrando en un círculo vicioso del que es difícil salir", señala. "Como no descansamos bien tenemos más sueño, al estar más cansados la calidad del sueño es peor y todo unido nos acaba conduciendo a bruxar más".

Otras costumbres, como la copa nocturna o las cenas pesadas y tardías, también juegan en contra. Aunque parezcan relajantes, alteran la temperatura corporal y fragmentan el sueño.

Si quieres descansar mejor en verano, apaga las pantallas, reduce el aire acondicionado y sal a ver cómo anochece. Ya sea desde el balcón, la terraza o la puerta del portal, este gesto tan sencillo puede cambiar tus noches. Dormir bien, al fin y al cabo, no tiene por qué ser complicado.

Novamas» Vida

Publicidad