¿Qué es la anorexia sexual?

Las personas que tienen este tipo de neurosis, llamada anafrodisia o anorexia sexual, conviven con un trastorno psicológico que les impide expresar cualquier tipo de sentimiento o de deseo sexual. El trastorno les hace evitar compulsivamente las relaciones sexuales y, por lo tanto, el establecimiento de relaciones íntimas o amorosas.

Síntomas de la anorexia sexual

Cuando una persona sufre un trastorno psicológico, tiende a tener una percepción distorsionada sobre el entorno o sobre sí mismo. Por esto, en el caso de la anafrodisia suele haber una percepción alterada del propio cuerpo.

Acostumbran a ser personas que, mientras padecen el trastorno, buscan siempre la soledad y no involucrarse en relaciones afectivas, ya sean estables o esporádicas (aunque puede aparecer también estando en una relación de pareja estable).

Como están obsesionadas con el perfeccionismo, la autopresión a la que se imponen es tan grande que esto les impide involucrarse afectivamente, por miedo a no dar la talla y al fracaso. También son frecuentes el sentimiento de inferioridad y el miedo a recibir placer sexual, ya sea con otra persona o a través de la masturbación con uno mismo.

El rechazo al placer sexual les provoca que se avergüencen de todo aquello relacionado con la sexualidad, y que tengan juicios agresivos cuando se habla de sexo, aunque sea sobre un tema ajeno.

Cómo el principal fin es evitar el sexo a toda costa, quién sufre anafrodisia muestra preferencia afectiva por personas que están fuera de su alcance, así como una falsa seguridad en el control de sus impulsos y una preocupación extrema por las enfermedades de transmisión sexual.

¿Cuándo puede aparecer la anorexia sexual?

En términos generales, las causas que favorecen la aparición del trastorno, se resumen en el miedo a la no aceptación y aprobación por parte del entorno. Sin embargo, como la mayoría de trastornos psicológicos, la anorexia sexual tiene un origen multifactorial. Por ello, según el portal especializado MundoPsicologos, las causas pueden ser diversas. Destacan las siguientes causas:

• Haber recibido una educación demasiado severa, moralmente estricta y con ausencia de educación sexual.
• Que el trastorno sea una de las consecuencias de otro trastorno psicológico, como la depresión o la ansiedad.
• Querer cumplir con unos modelos sociales conservadores muy estrictos o por creencias religiosas.
• Estar condicionado por traumas infantiles, relacionados con los abusos sexuales o similares.
• Tener una familia poco o nada afectiva.

Tratamiento de la anafrodisia

La cura de la anafrodisia es posible, siempre que esté en manos de un especialista. Lo esencial para que la persona afectada empiece a ganar flexibilidad en el terreno sexual, es la autoaceptación corporal.

De modo similar al trastorno de conducta alimentaria por anorexia nerviosa, la anafrodisia se considera un comportamiento adictivo, por lo tanto, el acompañamiento de la terapia en grupo y el apoyo en otras personas que también la sufren es vital para la recuperación.

A través de nuevas pautas de conducta marcadas por los equipos de expertos, se intenta redireccionar la vida de la persona afectada para aceptar el sexo como algo normal en la vida de cualquier individuo. También se procura recuperar el contacto físico con el propio cuerpo y volver a contactar con la sensación y la aceptación del placer.

El principal objetivo es poder establecer vínculos afectivos sanos con el entorno y con uno mismo a todos los niveles, abrazarse, besarse o acariciarse, por ejemplo.

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