CRIAR CON CALMA

Kit de supervivencia para padres primerizos: 10 consejos básicos de una pediatra

Ser madre o padre primerizo es tan emocionante como abrumador. Desde la alimentación hasta el sueño, el llanto o las visitas, estos 10 consejos prácticos te ayudarán a sobrevivir a los primeros meses de crianza con calma, confianza y autocuidado.

Padres con su bebé

Padres con su bebéFreepik

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Ser mamá o papá por primera vez es una aventura maravillosa…y agotadora. Entre las dudas, las visitas, las tomas, el sueño que no llega y las emociones a flor de piel, es normal sentirse desbordado en algún momento. Respira: nadie nace sabiendo ser padre o madre. No hay manuales infalibles, pero sí puedo darte un "kit de supervivencia" con 10 consejos básicos para acompañarte en estos primeros meses de crianza.

Alimentación: menos presión, más conexión

Hayáis decidido alimentar a vuestro bebé con lactancia materna, mixta o biberón, lo más importante es que el bebé esté bien nutrido y vosotros tranquilos. Olvida los horarios rígidos: durante los primeros meses de vida, la alimentación del bebé debe ser a demanda, cada vez que el bebé lo pida, sin mirar el reloj. Durante la primera semana de vida probablemente tu bebé perderá algo de peso lo cual es normal y fisiológico, dejaros aconsejar por el pediatra que os indicará si la pérdida de peso es excesiva y controlará que el aumento de peso en las siguientes semanas sea suficiente. Y recuerda: alimentar también es vínculo; es una oportunidad para mirarse, acariciarse y crear un lazo único.

Madre alimentando a su bebé
Madre alimentando a su bebé | Freepik

El llanto no siempre significa hambre

Los bebés lloran, y mucho. Es su forma de comunicarse. A veces tienen hambre, pero otras solo buscan contacto, tienen sueño, calor, frío o simplemente quieren sentirte cerca. Prueba a cogerlo en brazos, acunarlo, hablarle con voz suave o ponerlo piel con piel. Ignora los comentarios que hablan de que el bebé se va a acostumbrar a los brazos, no les estás malcriando por atenderlos: les das la seguridad que necesitan durante los primeros meses.

El sueño del bebé: olvida los mitos

Los recién nacidos no distinguen el día de la noche y sus despertares son frecuentes porque su ciclo del sueño es muy inmaduro y necesitan comer cada pocas horas. Es normal, sano y esperado.

El colecho puede ayudar a que el bebé duerma más tranquilo sintiendo vuestro calor y sintiéndose más protegido, pero esto siempre debe ser una elección de cada familia y se debe hacer de forma segura: colocando al bebé boca arriba, sobre un colchón firme, sin almohadas, mantas sueltas ni objetos cercanos y se debe evitar si alguno de los padres fuma, ha consumido alcohol o medicamentos que provoquen somnolencia.

Crea rutinas suaves a partir de las primeras semanas de vida, mantén un ambiente tranquilo y oscuro por la noche y recuerda aprovechar para dormir cuando tu bebé esté dormido.

Bebé recién nacido con ropa tejida a mano
Bebé recién nacido con ropa tejida a mano | Freepik

El porteo: tu mejor aliado

Llevar a tu bebé pegado a ti, ya sea con mochila o fular ergonómico, tiene múltiples beneficios: favorece el vínculo, calma el llanto, facilita la lactancia y deja tus manos libres si tu bebé demanda brazos y necesitas hacer alguna tarea. Elige siempre un portabebés ergonómico que respete la posición natural de la cadera y la espalda con el bebé mirando hacia ti.

Higiene: menos es más

No hace falta bañar a los recién nacidos a diario; su piel es muy delicada y se reseca e irrita fácilmente. Podemos bañarlo cada 2 o 3 días dependiendo de si el niño disfruta con el baño y le relaja o, por el contrario, se altera mucho y luego le dificulta el sueño. Lo correcto es mantener una buena higiene diaria de pliegues, zona del pañal y cara, usando jabones suaves, sin perfumes, y secando bien la piel posteriomente.

Baño de un bebé
Baño de un bebé | Freepik

Pantallas: cuanto más tarde, mejor

Las tablets, móviles y televisores no son recomendables bajo ningún concepto para los bebés menores de 2 años. Durante esta etapa, su cerebro necesita estímulos reales: caricias, voces, miradas, juegos y contacto. No existe un uso seguro de pantallas en los primeros meses y su uso en exceso puede afectar al desarrollo del lenguaje, la atención y el sueño. Si necesitas "un respiro", mejor opta por música suave o un cuento. El mejor entretenimiento para tu bebé es el contacto humano.

Visitas: pon límites sin culpa

Los primeros días de vida de los bebés son para conocerse, no para andar recibiendo multitud de visitas en el hospital o en casa. Si estáis cansados o abrumados, está bien decir que no. Priorizar vuestro descanso, el vínculo con el bebé y tu adaptación como familia. Quien os quiere, lo entenderá.

Autocuidado

A veces los padres primerizos se olvidan de lo más importante: cuidarse a sí mismos. Comer bien, dar un paseo, dormir cuando se pueda y pedir ayuda cuando lo necesitéis es clave para vuestro bienestar y el del bebé.

Pareja cogida de la mano
Pareja cogida de la mano | Unsplash

Salud del bebé: cuándo preocuparse

Es normal que surjan dudas ante el mínimo síntoma del bebé. La mayoría de veces no será nada grave, pero hay señales que conviene vigilar: fiebre superior a 38 °C, dificultad para respirar, vómitos abundantes o rechazo de las tomas, somnolencia excesiva o llanto inconsolable. Si veis algo que no os cuadra, confiad en el pediatra: preguntar siempre es mejor que quedarse con la duda.

Nadie lo hace perfecto, y no pasa nada

Las redes sociales están llenas de bebés que duermen 12 horas del tirón, casas impecables y madres divinas. La realidad es otra, y está bien. No te compares, no te exijas tanto y recuerda que la perfección no existe. Lo que tu bebé necesita es amor, brazos y paciencia…no padres perfectos, sino presentes.

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