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Este es el utensilio de cocina en el que se generan más gérmenes

La cocina es una de las estancias en la que más cuidado debemos tener con la limpieza. En ella, se generan muchos gérmenes, tanto en superficies como en los utensilios que empleamos al cocinar. Esto es especialmente delicado si tenemos en cuenta que estas bacterias pueden entrar en contacto con los alimentos que ingerimos.

Persona limpiando la cocina

Persona limpiando la cocinaPexels

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No, no son los pomos o tiradores de las puertas de armarios y cajones los elementos más sucios de tu cocina. Tampoco la encimera ni la tabla de cortar. Mantener una buena higiene en la cocina es clave, pues no dejamos de manipular alimentos que luego vamos a llevarnos a la boca. Son estos roces los que producen la contaminación cruzada, cuando los alimentos cocinados entran en contacto con partículas ajenas, como las que contiene la carne cruda.

Para investigar más sobre este proceso, el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos impulsó un estudio -publicado en el Journal of Food Protection- para comprobar el grado de presencia de la contaminación cruzada en diferentes superficies de la cocina mientras se cocina un alimento.

Con los resultados obtenidos, han podido determinar que los utensilios de cocina que más gérmenes pueden acumular son los botes de especias. ¿No lo habrías imaginado, verdad?

Qué utensilio de cocina se ensucia más

El 48% de las muestras que fueron tomadas tras el proceso de elaboración indicaron que los elementos más contaminados fueron los recipientes de especias. "Cualquier bote de especias que toque cuando esté preparando carne cruda podría contaminarse de forma cruzada", constató Donald Shaffner, coautor del estudio.

El porcentaje obtenido en los botes de especias es sorprendente, pues según afirman, la mayoría de superficies no superaron el 20% de presencia del bacteriófago MS2. Por ejemplo, los mangos de los grifos fueron los objetos que presentaron menos contaminación.

De hecho, la cantidad de gérmenes que pueden contener es tan elevada que superaría la suciedad que se encuentra en elementos como las tablas de cortar o hasta las tapas del cubo de la basura, zonas que de por sí suelen ser mucho más sucias.

Por ello, constataron que los frascos de especias se pueden considerar un transmisor importante de contaminación cruzada y que nuestras manos son las principales portadoras de los microorganismos, por lo que resulta esencial lavarse constantemente las manos mientras cocinamos para evitar contaminar los alimentos.

Un estudio sobre contaminación cruzada

Para llegar a estos resultados, se pidió a un total de 371 participantes que prepararan la misma receta: hamburguesas de pavo -se entregaron crudas-, a las que les inocularon un virus con el bacteriófago MS2, acompañadas con una ensalada de lechuga lista para comer.

El test se realizó en cocinas de diferentes tamaños y previamente se inyectó la bacteria en la carne de forma controlada, para poder comprobar cómo avanzaba la presencia de esta durante el cocinado en cada una de las salas.

Todos los participantes tuvieron que realizar el cocinado sin saber que la carne estaba contaminada, algo que no resultó ser nocivo para la salud de los cocineros, ya que los bacteriófagos solo atacan a bacterias. Tras terminar los cocinados, se tomaron muestras de todo lo que usaron los participantes para la elaboración y de los lugares en los que manipularon el producto, además de grifos y frascos de especias.

Hasta el momento, los expertos afirman que la mayoría de estudios previos sobre contaminación cruzada se habían centrado en analizar las zonas más superficiales de una cocina o los elementos más relevantes, sin tener en cuenta otro tipo de objetos o utensilios que tendemos a usar bastante, pero no tenemos en cuenta en estos casos.

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