Meghan Markle vuelve a la televisión con orejas de gato y bebiendo de un biberón

Ocho meses después de su última aparición televisiva la mujer del príncipe Harry vuelve a ponerse ante las cámaras en el Show de Ellen DeGeneres. Un programa lleno de risas y anécdotas entre la presentadora y la invitada, Meghan Markle, han dado mucho que hablar. Esto ha hecho a los espectadores imaginarse a la exactriz como colaboradora de Ellen en su emisión por la gran compenetración que había entre ellas.

Esta conexión entre ambas se debe a su amistad. Ellas mismas lo han comunicado en varias ocasiones, ya que no son solo amigas, sino también vecinas en Montecito, California. Lugar donde ambas pasaron el pasado día de Halloween en familia, con el príncipe Harry, sus hijos, Archie y Lilibet, y la mujer de Ellen, Portia de Rossi.

Una celebración muy diferente a la que relata la Duquesa de Sussex de unos años atrás, en 2017, poco antes de anunciar su compromiso con Harry. Estos pasaron una fiesta de Halloween en Estados Unidos, con sus amigos y la prima de Harry, Eugenia de York y, su ahora marido, Jack Brooksbank pasando todos ellos desapercibidos gracias a los disfraces postapocalípticos que llevaban, ¿Cómo irían los príncipes para que nadie supiera quiénes eran?

El carácter de la entrevista se alejaba completamente de la realizada por Oprah Winfrey el pasado mes de marzo. En ella se trataron temas más controvertidos como el racismo o el enfrentamiento con Kate Middleton, emitido en Antena3.

En esta ocasión Ellen y Meghan han logrado hacer olvidar los comentarios que se generaron con la anterior entrevista, dejando atrás el tono dramático y convirtiéndolo en algo totalmente opuesto. La actitud entregada, graciosa y recurrente de la duquesa ha sacado carcajadas dentro y fuera de las fronteras estadounidenses logrando que la emisión fuera vista en todos los lugares del mundo.

El momento de esplendor del programa vino de la mano de una cámara oculta donde la faceta 'real' de Meghan Markle desapareció regalando instantes realmente divertidos. Estos recuerdan más a la versión que se tenía de la ex actriz durante su papel en la serie 'Suits', que a la del Palacio de Buckingham o a la de lostribunales ante el juez.

Durante aproximadamente diez minutos se ha podido contemplar escenas inusuales y sorprendentes. Por medio de cámaras ocultas y un pinganillo Meghan seguía las instrucciones que Ellen le mandaba desde plató, con un único objetivo, hacer una broma a los vendedores próximos al estudio de grabación.

Obediente y sin ningún tipo de vergüenza Meghan cumplía y repetía cada una de las palabras que la presentadora pronunciaba. No importaba si tenía que hacer una sentadilla en mitad de la calle, tocar todos y cada uno de los productos de uno de los puestos, probar salsas picantes y beber de un biberón, comer como una ardilla o cantar y maullar con unas orejas de gato. Todo ante la atenta mirada de millones de personas.

Meghan Markle ha sorprendido gratamente a todos y ha dado mucho que hablar de una forma bastante diferente a la que acostumbraba. La reciente mamá que ha confesado su agotamiento por la falta de sueño a raíz de las largas noches con su pequeña Lilibet, a la que le están saliendo los dientes. Pese a ello re ha dejado ver reluciente, algo que ya hizohace una semana en la alfombra roja.

En esta ocasión el estilismo de la esposa del príncipe Harry no ha sido el centro de las miradas, sino que ha dejado el protagonismo a su actitud y sus palabras. Para esta reaparición Meghan ha elegido tonos neutros, el blanco en su blusa de Oscar de la Renta, con un significado más allá de la propia forma y color de la prenda. Un tono claro que representa la paz, la pureza y la claridad mental, frente al negro de sus pantalones. El look demuestra la preocupación de la invitada por su asistencia al Show de Ellen en su regreso a la pantalla, esta vez en solitario, pero pisando fuerte.

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