DIVULGACIÓN DE NEURODIVERSIDAD

Así es el autismo en mujeres adultas: Noemimisma cuenta su propia historia

Descubrirse autista en la adultez: el testimonio de Noemí Navarro, creadora de contenido que visibiliza cómo se manifiesta el autismo en mujeres, desde el enmascaramiento social hasta la hiperempatía, abriendo camino al reconocimiento y la aceptación.

Noemí Navarro en el photocall de Mar de Frades

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Noemí Navarro, conocida en Instagram como @noemimisma, es madre de Mateo, un niño autista que la ayudó en su propio diagnóstico. Ella comenzó a reconocer en sí misma muchos de los mismos rasgos, lo que la llevó a descubrir que ella también es autista.

Ese proceso marcó un antes y un después en su vida: entender su neurodivergencia le permitió reconstruirse desde la aceptación y compartir su experiencia con otras personas que, como ella, habían vivido sin respuestas durante años.

Aunque su contenido en redes es muy variado, suele compartir la experiencia del autismo desde la crianza y el acompañamiento de su hijo Mateo. A raíz de eso, creó el perfil de divulgación @madretea_. Pero Noemí también ha dedicado un espacio a hablar de su propio diagnóstico.

En un video compartido hace poco aborda cómo se manifiesta el autismo en mujeres, visibilizando aspectos como el enmascaramiento social, el agotamiento crónico o la hipersensibilidad. Su testimonio abre la puerta al reconocimiento y la comprensión, especialmente para mujeres que, como ella, han vivido muchos años sin saber que eran autistas.

Su diagnóstico

Noemí recibió su diagnóstico de autismo hace tan solo 3 años, una neurodiversidad que la ha acompañado durante toda su vida: "He estado toda mi vida que no tenía ni idea de que yo tenía determinadas dificultades", explica a sus seguidores.

La creadora de contenido estaba enmascarando todas esas dificultades, "como hacemos muchísimas mujeres que hemos recibido el diagnóstico de adultas", especifica. "Nos hemos pasado toda la vida intentando ser lo más neurotípicas que se nos permitía", manifiesta.

Un hecho que produce mucho desconcierto: "Todavía falta mucha información sobre lo que el autismo puede ser", expresa la divulgadora. Es por eso que ha querido dedicar un vídeo a contar cómo se siente ella en determinados momentos y circunstancias.

Los cambios de planes

Noemí cuenta que una de las circunstancias en que peor lo pasa es cuando su agenda se ve alterada: "Si hay un determinado plan y de pronto cambia, no solamente hay un colapso en mí de no comprender porque no se están haciendo las cosas tal como las habíamos programado, sino que físicamente, noto que se me remueve el estómago y tengo ganas de vomitar".

La influencer afirma que "no es algo que vaya diciendo abiertamente" y que, por eso, "la persona que me está intentando cambiar el plan va a ver que yo me estoy resistiendo a que me lo cambie".

Y es que Noemí admite que "a veces puedo ser hasta un poco cabezota en que el plan salga tal como lo habíamos programado". "No quiero exagerar", justifica, "no quiero decir que las cosas son más grandes de como yo las siento, simplemente es como yo estoy percibiendo lo que me rodea", concluye.

Las relaciones sociales

"A raíz de mi diagnóstico, también me he dado cuenta del cansancio físico que me producen las relaciones sociales", confiesa la divulgadora. Sin embargo, ella misma aprendió desde bien pequeña a tener sus propias herramientas para estos momentos que le cuestan tanto.

Las mujeres autistas, además, desarrollan el masking, un concepto que se basa en "imitar a la perfección lo que esté reflejando nuestro interlocutor", relata Noemí. Algo que se desarrolla, sobre todo, cuando se está en sociedad sin estar rodeada de personas de referencia.

Aunque parezca algo bueno, realmente produce "tal desgaste físico que, un cumpleaños en el que no conozco a la mayoría de las personas, me puede producir mucho más cansancio que correr una maratón en la que estoy haciendo ejercicio físico más de 4 horas", narra la divulgadora.

Durante muchos años Noemí no comprendió el motivo de sus bajones de energía, puesto que se considera una persona muy activa. "Cuando me dieron el diagnóstico, me di cuenta que toda esa parte social repercutía mucho en mi día a día y en mi parte física", expresa.

¿Y las conversaciones?

"A mi me cuesta mucho encontrar intereses con los que hablar con otras personas porque lo que a mi me interesa me parece el mejor tema del mundo y es sobre lo que yo podría estar hablando horas", apunta la divulgadora.

Y es que a muchas personas autistas les cuesta conectar con una conversación que no es de su interés. Noemí pone un ejemplo fácil de entender: "Podría ser como si me estuvieran hablando en otro idioma y yo estuviera haciendo un esfuerzo extra por intentar entender y desgranar qué es lo que me están queriendo decir".

Sin embargo, la influencer quiere aclarar que esto "no significa que sea maleducada", sino que "cuesta un poquito más entrar en conversaciones en las que los temas no son los temas estrella".

Lidiar con su trabajo en redes sociales

"Hay personas que dicen que no saben por qué me puedo dedicar a redes sociales siendo autista, pero es que en realidad es mi trabajo soñado", relata la creadora de contenido. "No tiene nada que ver hablarle a una cámara, que sujetar un rol social", afirma.

Y es que ella está en su casa, grabando con su teléfono y acompañada de una persona de referencia. Con esto, "las jornadas de grabación son bastante más fáciles", asegura.

La hiperempatía

A pesar de que exista un pensamiento social sobre que las personas autistas no muestran empatía, Noemí aclara que "podemos encontrar justo el otro extremo, y a mí me ocurre". Este concepto se llama hiperempatía y es bastante común en mujeres autistas.

"Cuando alguien me cuenta un problema y me llega muy profundo, os aseguro que lo puedo sentir como si lo estuviera viviendo esa persona", explica la divulgadora. Además, "me emociono mucho con historias ajenas que no tienen nada que ver conmigo", relata, llegando a un nivel de empatía "obsesivo y enfermizo".

Porque en estas circunstancias, lo más habitual es buscar noticias sobre lo ocurrido y meterse muy dentro del acontecimiento: "A veces me paso días muy triste y me paso días pasándolo bastante mal", explica.

La paradoja, la 0 empatía

Y es cierto que también nos podemos encontrar justo en el otro extremo: "Si hay algo que, o no estoy entendiendo o no estoy consiguiendo profundizar en ello, es como que mi cerebro baja el fusil, y dejo prácticamente de escuchar", relata la creadora de contenido.

Noemí detalla que "se empieza a hacer un eco en mí alrededor y de verdad que no logro empatizar absolutamente nada". Concluye diciendo que "no son excusas para hacer lo que me dé la gana, esto significa que son aspectos en los que yo quiero trabajar".

Herramientas para el autismo

Así pues, la creadora de contenido quiere aprender a "ser un poquito menos extremista" y poder "tener herramientas" para así lograr "gestionar determinadas situaciones que me llevan a cansancios físicos extremos".

"Y esto es solamente la punta del iceberg", asegura. "Hay muchas cosas que yo descubro en el día a día que tienen que ver con el autismo en mujeres y quiero compartirlo con vosotras para que se entienda un poquito mejor", concluye Noemí.

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