Para la tapa, media copa de vino

Pues no te habrá pasado veces al salir fuera a comer o a cenar que pides una botella de vino y no te la acabas. A veces es porque ya no puedes más y otras porque ya no puedes más con ese vino. Para motivar la variedad, que es donde está el gusto, e incluso para controlar el presupuesto, está el vino por copas y en La Pepona de Sevilla, la media copa. Porque aquí puedes maridar cada bocado con la referencia que tú quieras sin acabar ni harto ni con los bolsillos vacíos.

Este local de tapas del centro-centro de la capital andaluza cuida tanto su cocina como su bodega. Se entiende que eso es lo que debería hacer todo restaurante, pero no nos engañemos: no todos lo hacen. Y mucho menos los que están fuera de la órbita “de autor” y procuran ajustar los precios al máximo. En La Pepona no sabrías si fue antes la carta de vinos o la de tapas, ambas tan trabajadas. Aquí se rinde culto al producto andaluz y muy especialmente, al vino de Jerez. “Cómo no tener predilección por uno de los mayores tesoros de esta tierra, un vino único e inimitable”, defiende el gerente Juanlu Fernández copa en mano. Cuenta que en el local se siente “con el compromiso moral de ir creando sherrylovers” y bromea entre risas con que “la borrachera de vino de Jerez sólo te puede llevar a hacer cosas grandes”. Aunque para grandeza la de la oferta de La Pepona, también con las medias copas: “comenzamos copeando 55 referencias, a los 6 meses subimos a 86 y puesto que la rotación es buena no descartamos seguir incrementando ese número”, asegura Juanlu.

La media copa es como una tapa de vino, un trago que bien conjuntado puede componer un menú degustación maridado. “El cliente consume la misma cantidad de vino, pero así opta por los de gama media-alta. En tiempos tan difíciles como éstos hay que proponer algo diferente y La Pepona ofrece la carta de vinos más completa de la ciudad”, advierte Juanlu. La decisión de optar por la media copa frente a la copa a secas busca precisamente divulgar la cultura del vino y reivindicar con orgullo (y un porrón de referencias) los caldos de Jerez. “Son señoriales, estructurados, punzantes, finos, elegantes, complejos, expresivos...”, a Juanlu no se le acaban los adjetivos a la hora de referirse a unos vinos que, en cambio, no son profetas en su tierra: “Sevilla está a 40 minutos de Jerez y los consumos son ridículos. Y si hablamos de Andalucía oriental, apenas hay establecimientos que los tengan en sus cartas”.

A La Pepona se va ya expresamente a tapear vinos y, en especial, vinos de Jerez. Son tan versátiles que aquí los maridan con casi todo. “Los finos y manzanillas más jóvenes van bien con marisco, jamón, aliños y cocina japonesa; los de crianzas más largas con pescados azules; los olorosos secos con carnes de caza; Amontillado y Palo Cortado para carnes rojas y quesos y Pedro Ximénez para el chocolate o el queso azul”, resume Juanlu. Saberlo a priori permitirá no errar el tiro. Sobre todo en La Pepona, donde precisamente reconocen que el vicio más difícil de corregir en el consumidor es el de acompañar el queso con vino tinto.

La Pepona. Javier Lasso de la Vega, 1. Teléfono 954 21 50 26.