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Diez cócteles con champán (o cava) para triunfar en San Valentín
Hay muchas maneras de tomar champán o cava, y tanto los puristas que adoran beberlo a palo seco como quienes prefieren combinarlo con otros ingredientes seguro que van a descorchar una botella para San Valentín. Si te apetece crear cócteles a base de este brebaje, toma nota de estas diez ideas que pueden elaborarse indistintamente con cava o champán.
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Cóctel Mimosa. Suave y muy fresco, perfecto para todos aquellos que no son muy amantes del alcohol. Se elabora con un 50% de cava o champán y un 50% de zumo de naranja natural.
Bellini. Muy parecido al Mimosa, también muy sugerente, dulzón e ideal para todos aquellos que huyen de las emociones etílicas fuertes. Se elabora con 1/3 de zumo de melocotón y 2/3 de cava.
Agua de Valencia. Cuidado. A diferencia de los cócteles anteriores, de relativa graduación alcohólica, el Agua de Valencia sí que puede resultar un pelotazo considerable que pueda hacer que acabemos durmiendo la mona en la que se suponía la noche más romántica del año. Se elabora con 40 ml de cava semiseco, 80 ml de zumo de naranja (natural y recién exprimido, por favor), 15 ml de vodka y 2 cucharadas de azúcar. Te entrará como si fuese agua, pues es un cóctel melosito y dulzón, pero no olvides que está entrando a tu cuerpo prácticamente por la vena uno de los licores con más alcohol que existen: el vodka.
Cóctel de cava rosado. A menudo olvidamos que el cava rosado existe, y que supone un universo de sensaciones que van a despertar todos nuestro sentidos. Solo necesitamos 50 cl de cava brut nature rosado, 25 cl de zumo de piña y 10 cl de Cointreau. Simplemente hay que mezclar los ingredientes, decorar con guindas y, si se desea, decorar el borde con azúcar, aunque esto último es opcional.
Con pera y tequila. Este cóctel lo propone Freixenet, y se elabora con 2/10 de tequila, 4/10 de zumo de pera y 4/10 de cava semi. Es un buen pelotazo en el que el tequila rebaja el sabor dulzón del cava y la pera (y viceversa). Una maravilla.
Hawaii espumoso. La combinación entre cava y zumos es infalible. En este caso, este sugerente cóctel consta de 2/3 de cava y 1/3 de zumo de piña.
Rossini. Lo mismo pero con fresas. Su receta consiste en 2/3 de cava (o champán, insistimos) mezclados con 1/3 de puré de fresas, que no es más que el resultado de triturar unas fresas de buena calidad. Es el más sugerente de los cócteles.
Cóctel de cava y té negro. Se elabora con 25 g de azúcar, 2/3 de cava y 1/3 de té verde. Es un cóctel interesante, muy digestivo, que nos va a sentar muy bien y nos va a mantener despiertos gracias a la cafeína que lleva el cava. Hay quien lo decora con guindas o le añade unos trozos de melocotón el almíbar.
Black Velvet. Es otro clásico de los cócteles con cava, que consiste, simplemente, en mezclar la mitad de cava y la mitad de cerveza negra muy fría. Las diferentes densidades de los licores lo convierten en un cóctel bicolor, de aspecto muy atractivo.
Caribbean Champagne. El champán también puede ser exótico y dar lugar a creaciones que nos harán sentir bajo una palmera en las lejanas playas del Caribe. Es el caso de esta creación, que consiste en añadir sobre una base de cava brut, muy frío, una cucharadita de licor de plátano y otra de ron tostado.
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