DESDE LAS CROQUETAS A LOS NUGGETS... LA LISTA ES LARGA
¿Por qué no cocinas todos estos platos al horno y reduces calorías?
Queremos reducir calorías de la dieta, especialmente ahora que el buen tiempo amenaza con aparecer de un momento a otro, pero no queremos renunciar a algunos platos que nos encantan. ¿Y si los hacemos al horno?
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1- Croquetas. Los ortodoxos de la croqueta están en contra de este tipo de cocción, y argumentan que nada como una croqueta frita en aceite de oliva, bien crujiente por fuera y cremosa por dentro. Pero hay momentos en la vida en los que queremos seguir comiendo croquetas pero necesitamos, por diversos motivos, reducir sus calorías. Un rato de horno y quedan realmente deliciosas, sin el toque tan crujiente pero con toda la cremosidad y sabor de sus ingredientes. El proceso de elaboración es exactamente el mismo que cuando hacemos croquetas fritas: las rebozamos igual, con huevo y pan rallado o panko, y las introducimos en el horno. Bastarán unos 15 minutos a 200º.
2- Empanadillas. Lo mismo que las croquetas. Una vez montadas, las pintamos con un huevo batido, con la ayuda de un pincel, y las calentamos en el horno durante unos 15 minutos a unos 180-200º, como las croquetas, siempre en función del horno. Es importante ponerlas en la parte alta.
3- Nuggets. ¿A que nunca se te había ocurrido preparar los socorridos 'nuggets' de pechuga de pollo al horno? Pues nada mejor para ahorrarnos trabajo, reducir calorías y aportar salud. Unos buenos 'nuggets' nos van a sacar del apuro en pícnics y fiestas infantiles, y al horno son una verdadera delicia. No necesitas utilizar nada de aceite y puedes rebozarlos como te parezca. ¿Has probado con unos 'corn flakes' –sin azúcar, claro– triturados?
4- Patatas. Pese a que comemos patatas al horno en numerosas ocasiones, es cierto que aún no tenemos interiorizado este tipo de cocción, y al fin acabamos recurriendo siempre a las patatas fritas para acompañar hamburguesas o para improvisar una cena con huevos o carne rebozada. ¿Por qué no cocinarlas al horno? Bastarán unos 20-25 minutos a 180º para tener unas patatas, que podemos cortar en rodajas deliciosas. Para darles sabor, acompáñalas de especias al gusto y de un chorro de oliva virgen extra. Son riquísimas, saludables y mucho menos calóricas.
5- Pan rallado. ¡El pan no se tira! Aprovecha una de estas cocciones al horno para introducir en un hueco las sobras de pan que ibas a tirar. Una vez tostado, tritúralo y ya tendrás tu pan rallado para 'nuggets', croquetas y demás platos empanados.
6- Buñuelos de viento. Ahora que estamos en temporada y que los fans de los buñuelos los comerían a todas horas, un buen truco para aligerarlos considerablemente es cocerlos al horno en lugar de freírlos. De hecho, no solo están casi igual de buenos, sino que además nos sientan mucho mejor, ya que son mucho menos pesados y más digestivos. Lo dicho: horno a 180º, introducimos los buñuelos y los sacamos cuando estén convenientemente doraditos. ¿Otros dulces que también funcionan la mar de bien al horno? Los dónuts, por ejemplo, un clásico de nuestras meriendas.
7- Huevos. La próxima vez que se te antoje un huevo frito, una buena idea es probar con el horno. El resultado te sorprenderá, porque es muy similar al que obtenemos al freírlo. La clara queda igualmente cuajada y la yema líquida, perfecta para disfrutar con un buen pan. Un desayuno de fin de semana –o de diario, qué demonios– fácil, ligero y nutritivo.
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