¿Quién es el responsable?
La peor idea de la historia: la pizza con masa de carbón
El 'charcoal juice' (zumo de carbón) lleva un par de años siendo irresistible para las 'celebrities', que ven en esta bebida de color negruzco la solución 'detox' definitiva. Ahora, alguien ha decidido añadirle carbón a la masa de la pizza. Y es una basura
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La gastronomía está a punto de "saltar el tiburón", si no lo ha hecho ya. Este término se refiere a cuando en una serie de televisión se le va la olla a algún guionista e introduce un giro narrativo que revienta la coherencia interna. Por ejemplo, como si en The Walking Dead se revelara que los zombies en realidad son los vivos y los vivos, los muertos. O cosas así. No se si me entendéis.
Acaba de pasar con la 'charcoal pizza'. Veréis, desde hace un par de años, los restaurantes más pijos y 'healthys' del mundo están que lo vierten con el zumo de 'charcoal' (carbón). Una bebida de color negro que se ha puesto de moda debido a sus supuestas cualidades depurativa y que, pese a su poco instagrameable color, ha acabado imponiéndose dentro de esas modas absurdas que amenazan con destruir el mundo. Pues bien, la cadena de supermercados británicos Waitrose ha decidido ir un poco más allá y crear una pizzaque, en su base, incluye carbón. El resultado es una masa que parece que se ha quemado y que, seamos realistas, no mola nada.
Manisha Kotecha, desarrolladora de pizzas para Waitrose, ha explicado que "debido a la creciente popularidad del carbón en la comida y la bebida y su aspecto sorprendente, no dudamos de que nuestra pizza con este ingrediente será un gran hit". Y nosotros respondemos: ¿Qué necesidad hay de esto? ¿Por qué la moda de lo sano tiene que empaparlo (y arruinarlo) todo? ¿Es que alguien se cree que por el hecho de que la pizza lleve un poco de carbón en la masa no va a hacerte ganar kilos? ¿Cómo se nos está yendo tanto la olla?
En Cocinatis somos partidarios de, si vamos a comernos una pizza, que sea una pizza de verdad, no un engendro en el que alguien pone un ingrediente supuestamente sano y piensa que nos ha salvado. No, no, queremos hidratos de carbono en vena. Que la pizza, con su pepperoni, su jamón, su queso en abundancia o incluso con piña sea lo que es: un plato gorderas con el que somos absolutamente felices. Y luego ya lo del carbón, si acaso, nos lo beberemos.
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