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LA LIMPIAS POCO Y MAL

Diez consejos para limpiar tu nevera

Es importantísimo, mucho más de lo que imaginamos, mantener la nevera impoluta, ya que es una de las grandes fuentes de bacterias de nuestros hogares. Sigue estos consejos para limpiarla correctamente y garantizar el buen estado de los alimentos.

nevera

Límpiala correctamente y durará más. Cocinatis

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1- Limpia tu nevera. Empecemos por lo fundamental, y es que hay que limpiar regularmente la nevera. Obviamente depende de la cantidad de personas que seamos en casa y de la comida que manejemos, pero es interesante, en líneas generales, limpiarla al menos una vez cada dos semanas. Aunque ahora nos parezca una odisea, al limpiarla regularmente no dejaremos que se acumule la suciedad, nos desharemos de alimentos en mal estado y, a la larga, este ejercicio nos ayudará incluso a afinar más en la lista de la compra y no comprar en exceso comida que después tendremos que acabar tirando.

2- Limpia también el exterior y las juntas. A veces nos limitamos a darle un repasito por dentro, sin saber que al final es en el exterior donde se acumulan una gran cantidad de bacterias que acabaremos trasladando al interior cada vez que la abramos. De vez en cuando toca, pues, retirar imanes y dibujitos y limpiar por fuera a conciencia con un producto adecuado, que no sea demasiado agresivo.

3- En la medida de lo posible, desenchúfala. Si eres regular limpiando, es probable que dediques a esta labor muy poco tiempo y no será necesario que la desenchufas. Si, por el contrario, solo limpias la nevera cuando ésta te lo pide a gritos es interesante que la vacíes y la desenchufes, pues gastarás mucha energía si tienes que dejarla abierta mucho rato. Desenchufando la nevera también aprovecharás para vaciar el congelador, tirar ese helado de vainilla que lleva allí aproximadamente desde el año 82 y esas verduras del siglo pasado que reposan en el interior de uno de los cajones de la fruta.

4- Retira todas las bandejas. No limpies directamente en la nevera. Saca cuidadosamente todas las bandejas, también las de los huevos, los líquidos y la mantequilla, y lávalas en el fregadero con agua y jabón. Nada más. Puedes recurrir a vinagre o bicarbonato si deseas una desinfección a conciencia, pero en realidad bastará con agua y jabón, un correcto aclarado y un secado perfecto para dejar las bandejas como nuevas. Si decides limpiar directamente las bandejas no utilices ningún producto químico: simplemente agua con vinagre o limón.

5- Limpia el motor. Es interesante que hagas esta operación de vez en cuando, ya que va a ser la mejor garantía para asegurar una larga vida a nuestra nevera. Despega la nevera de la pared y con un trapo seco limpia la rejilla de detrás.

6- Limpia las botellas y envases. Especialmente aquellas que guardas en el frigorífico desde hace décadas, esperando a que llegue ese momento en que al fin vayan a ser consumidas. Un momento que, probablemente, nunca llegará y tal vez una limpieza a fondo de la nevera sea el momento de decirles adiós.

7- El congelador existe. Aunque no descongeles a menudo (el milagro de las No Frost ha acabado con esas catástrofes que se producían en los hogares aproximadamente una vez al año, en general antes de irnos de vacaciones) sí que es interesante que no guardes alimentos durante largos periodos en el congelador. Acostúmbrate, además, a vaciarlo de vez en cuando y limpiar los cajones con agua y limón o bicarbonato, una tarea que tiene que ser rápida y efectiva para evitar que se echen a perder.

8- Apuesta por el mantenimiento. Si vas sacando un par de gavetas de vez en cuando y limpiándolas no necesitarás desenchufar el frigorífico ni retirar todos los productos, y podrás ir haciendo mantenimiento sin tener que recurrir a limpiezas intensivas cuando tu nevera empieza a recordarte a una pocilga. Lo mismo ocurre con los alimentos en mal estado: no dejes que se eternice la comida, tira todo lo que sea necesario a medida que se vaya estropeando. Entendemos también por mantenimiento secar las bases de las latas con un paño antes de introducirlas en la nevera siempre que sea necesario, para evitar el terrible circulito que deja el líquido y que se queda marcado de por vida.

9- Sí a los ambientadores de nevera. Hay algunos especiales para este electrodoméstico que contribuyen a eliminar los malos olores.

10- No la uses de despensa. Hay productos que no debes guardar en la nevera bajo ningún concepto y que a menudo guardas, ya sea por desconocimiento, por pura desidia o porque tienes una cocina minúscula y ya no sabes qué más hacer para sacarle partido. Sea cual sea tu caso, debes evitar sobrecargar la nevera con productos que podrían estar fuera, ya que no sólo vas a obligarla a gastar más energía, sino que además va a ensuciarse mucho más y acabará dándote más trabajo a la larga.

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