TRUCOS BÁSICOS PARA SU ELABORACIÓN
Diez claves para conseguir una pasta perfecta
La pasta es un clásico de la cocina italiana que se prepara en todas las casas. Sin embargo no siempre se obtienen buenos resultados. Estos trucos básicos harán que tus platos de pasta queden perfectos.
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La calidad de los ingredientes que se utilizan es fundamental para conseguir un buen plato de pasta. Además, es importante cocer la pasta con la cantidad adecuada de agua, añadir la sal en el momento exacto… Sigue estos principios básicos y verás cómo mejoran tus platos:
Cantidad de agua. Para cocer la pasta hay que utilizar una cazuela grande y con fondo. Es importante que sea un recipiente lo suficientemente amplio para que quepa toda la pasta (unos 80 -100 gr. en seco por comensal) y que tenga espacio para circular en el agua sin pegarse entre sí. Se utiliza un litro de agua por cada 100 gramos de pasta y es importante que el agua no llene nunca más de las 2/3 partes de a la olla para que al hervir no se salga.
La sal. La proporción adecuada de sal que hay que utilizar es entre 7 y 10 gramos por cada litro de agua. La sal se añade cuando el agua comienza a hervir, ya que, si lo haces al contrario, tardará más en comenzar a hervir. El agua salada entra en ebullición a una temperatura superior que el agua dulce.
¿Aceite? Añadir aceite al agua para que la pasta no se pegue es una costumbre muy extendida, especialmente cuando se utiliza una cazuela pequeña. Sin embargo, no es recomendable hacerlo, ya que termina afectando a la textura final de la pasta e impidiendo que luego absorba bien la salsa.
Añadir la pasta. La pasta se echa al agua cuando la sal está completamente disuelta. Conviene añadirla toda al mismo tiempo y remover para que no se pegue.
Tiempo de cocción. Éste dependerá del tipo de pasta que se vaya a cocinar, suele estar indicado en el paquete. Unos espaguetis tardan aproximadamente 8 minutos, contando a partir del momento en que el agua vuelva a hervir.
Pruébala un minuto antes del tiempo indicado por el fabricante para comprobar el punto de cocción. Es importante que la pasta quede al dente, es decir tierna por fuera pero ligeramente dura en su interior.
¿Cuando colar? En el momento en que esté lista, hay que colar la pasta inmediatamente usando un colador o escurridor. No es recomendable enfriar la pasta con agua fría, ya que perdería el almidón, ocasionando una pérdida de textura, color y sabor.
Si no se va a usar en el momento, lo mejor es dejarla en un recipiente amplio, lo más extendida posible y añadir un hilo de aceite de oliva, remover y enfriar lo más rápidamente posible.
La salsa. Debe estar preparada antes que la pasta para mezclarla recién cocida con ella. Generalmente hacen falta unos 100-125 gramos de salsa por persona en salsas con base de tomate y unos 50 en salsas tipo pesto.
Platos. Como la pasta se enfría muy rápidamente, se aconseja calentar los platos y la fuente en la que se van a servir para que mantenga la temperatura más tiempo.
El queso. Lo ideal es utilizar queso recién rallado y agregarlo justo después de que la pasta haya absorbido un poco de salsa. También suele llevarse a la mesa en un recipiente aparte para que cada comensal se sirva en su plato la cantidad que quiera.
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