SE ESTÁ PROBANDO UNA CÁPSULA EN ESTADOS UNIDOS
La cura para la alergia al cacahuete está cada vez más cerca
Científicos de todo el mundo llevan años trabajando para combatir una de las alergias más extendidas y más peligrosas: al cacahuete. Un grupo de científicos de la compañía biotecnológica Aimmune Therapeutics, con sede en California, han diseñado una cápsula, que todavía se encuentra en periodo de pruebas, ha diseñado una cápsula en polvo que podría ser la cura a la alergia a corto plazo.
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Pese a que la compañía trabaja en el desarrollo de esta cápsula en polvo, la directora del proyecto, la especialista en alergias de la Universidad de Arkansas, Stacie Jones, afirma que de momento "el tratamiento es potencialmente peligroso", de manera que prohíbe probarlo en casa. De hecho, los estudios que se han hecho hasta el momento en 500 niños se llevaron a cabo en un entorno muy seguro y con un control médico riguroso.
De hecho, la alergia al cacahuete puede causar reacciones que pueden ir desde la simple secreción nasal a la anafilaxis –una reacción extrema que puede llegar a poner en peligro la vida e impedir la respiración, ya que causa inflamación en la garganta y caída de la presión arterial–. Hace años que se trabaja en la creación de un medicamento que frene las consecuencias de esta alergia, de momento con tímidos avances pero sin éxito. Esta cápsula, diseñada por Aimmune Therapeutics, es, hasta el momento, el método que más se ha acercado a ofrecer la solución definitiva a un problema que afecta a la calidad de vida de miles de personas en todo el mundo.
En el estudio, los científicos recogieron datos de alrededor de 500 niños de entre 4 y 17 años con alergias severas a los cacahuetes, hasta el punto de que tenían reacciones cuando comían tan solo la décima parte de uno. A la mitad de ellos se les suministró la cápsula y al resto un placebo, y los resultados al cabo de los seis meses fueron contundentes: más de dos tercios de los niños que habían tomado el medicamento acabaron tolerando hasta dos cacahuetes, mientras que solo un 4% de los que habían recibido placebo pudieron tolerar la misma cantidad.
Pese a que los investigadores aseguran que la cápsula presenta "buena seguridad en líneas generales", no conviene sentar cátedra sobre sus efectos, aunque sí seguir trabajando en esa línea. De hecho, hasta un 20% de los niños que tomaban la cápsula abandonaron el estudio y un 12% presentaron algún tipo de reacción.
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