Cuidado con esta lista de pequeños alimentos: engordan una barbaridad y te los comes como si nada

El ejemplo más claro de alimentos pequeños que engordan mucho son las gominolas. Aquellos ositos de sabores tan minúsculos son una bomba de azúcar increíble, y por si fuera poco también tienen jarabe de glucosa y aceite vegetal.

Los edulcorantes son otro ejemplo. Aunque de por sí no engorden, el hecho de que quien los consume piense que son mejores que el azúcar conlleva un aumento del consumo de productos dulces. Como en todo, el abuso es el problema.

Lo mismo podemos decir de las patatas chips. A todos nos ha pasado esto de abrir una bolsa de patatas y no poder parar hasta las migas del fondo, aquellas pequeñitas que tienen más sal que otra cosa. El hecho de que las patatas de bolsa engorden no es un secreto, pero ¿sabías que alrededor del 34% de una bolsa de patatas fritas es materia grasa?

Hablando de chips, se ha puesto muy de moda como snack ‘sano’ el comer fruta deshidratada, también conocida como chips de fruta. Pero cuidado, a menudo se utilizan azúcares añadidos para darle sabor.

¿Cuántas veces te has tomado cereales en vez de una tostada porque es más sano? Pues los cereales son otro de aquellos alimentos pequeños que engordan muchísimo. Claro que no hay que generalizar, pero si piensas que incluso aquellos que nos venden como light tienen azúcares, frutos secos y demás, te darás cuenta que no son precisamente aptos para las dietas. Elige cereales naturales y mira las etiquetas. Ah, y esto también se aplica a las barritas de cereales.

Esto de la comida sana se te puede ir de las manos. Todos los nutricionistas aconsejan tomar frutos secos. Lo que a menudo se nos olvida es que estos alimentos que le dan sabor a nuestras ensaladas y que las hacen crujientes también engordan mucho. Vamos, que no puedes comerte puñados de frutos secos mañana, tarde y noche.

¿Y qué hay de la fruta? Cerezas, melocotones, piñas envasadas. Tan dulces y tan cómodas: vienen peladas y cortadas en un tarrito. Lo que se te olvida es que la mayoría de veces están conservadas en jarabe y que el proceso de envasado hace que se pierdan los nutrientes: las fibras disminuyen sensiblemente, mientras aumentan el sodio y los hidratos (sí, la fruta también tiene hidratos).

Por último, hemos dejado un alimento para aquellos valientes que han llegado a leer todo el post. Sabemos que no te va a gustar nada pero… ¡el sushi también engorda! Además de estar hecho con arroz blanco, a menudo se utiliza azúcar con vinagre para aderezarlo. Como no llena mucho, si vamos a comer sushi normalmente nos ponemos las botas y… engordamos. Como siempre, la moderación es lo más importante.