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Sencillos pasos para contagiarles la adicción a la comida nipona

Cómo introducir a los “peques” en la cocina japonesa

Hoy en día la cocina japonesa forma parte inseparable de nuestras vidas, ya que lo más normal del mundo es pedir sushi a domicilio para ver una película en casa o ir a cenar a un restaurante japonés de los buenos cuando tenemos algo para celebrar. Pero nuestra afición puede peligrar si los peques de la casa no comparten nuestras aficiones gastronómicas.

Kyaraben con personajes de anime y manga, como el célebre Totoro.

Kyaraben con personajes de anime y manga, como el célebre Totoro.Comer Japonés

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Lo más importante es que descubran los sabores más representativos de este tipo de cocina, para que luego se animen a probar toda clase de platos y los reconozcan. ¡Pero cuidado! Porque si se nos va de las manos se convertirán en pequeños monstruos sibaritas y no se conformarán con cualquier cosa.En cuanto empiecen a masticar, lo más prudente es darles a probar un chawanmushi. Se trata de una especie de natilla salada hecha al vapor, elaborada a partes iguales con caldo dashi y huevo, a la que puede añadírsele trocitos de pollo, seta shiitake y edamame, además de un chorrito de salsa de soja. Es una buena forma para que descubran el sabor del caldo dashi, presente en la mayoría de salsas, aliños y sopas. Y, en definitiva, la base de la cocina japonesa.

Este plato me suena

Hay muchos platos de origen occidental o chino que con el paso de los años se han ido adaptando al paladar japonés hasta llegar a formar parte de sus recetas básicas. Si sabemos detectar cuáles son esos platos y empezamos por ahí, podemos hacer el recorrido inverso: empezar por un plato japonés que los niños puedan comprender fácilmente porque les recuerda a alguna comida que comen habitualmente en casa. Por ejemplo, el karaage es muy parecido al pollo frito que habrán probado en más de una ocasión. El tonkatsu es la versión japonesa de nuestro cerdo empanado, aunque en Japón primero se cubre con harina, después se empapa en huevo batido y finalmente se reboza con panko rallado, igual que las croquetas korokke con base de puré de patatas. Las empanadillas gyoza no tienen nada que ver con nuestra versión occidental, porque llevan col, ajo, jengibre, aceite de sésamo y salsa de soja, pero estoy seguro de que les encantará comerlas. Las brochetas de yakitori a la parrilla también son 100% aptas para niños. Además, se lo pasarán en grande bañándolas en la salsa antes de hincarles el diente.

¡Pásame el Ketchup!

¿Sabíais que la salsa de los fideos yakisoba, la de los buñuelos takoyaki, la de las “pizzas japonesas” okonomiyaki y la propia salsa tonkatsu están hechas con ketchup, además de llevar salsa Worcestershirey salsa de soja? Tal vez por eso todo este tipo de platos son algunos de los preferidos de los niños.

Si nada de esto funciona, siempre podemos recurrir a un socorrido kyaraben. Esto es un obento o plato combinado decorado imitando la forma de los personajes de los manga y los dibujos animados. ¿Veis como aprender a comer japonés no tiene por qué ser aburrido?

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