EL TOQUE CRUNCHY QUE NECESITAS

Cómo hacer crumble casero y saludable

Una receta fácil para postres, desayunos y meriendas más ricos y originales.

Crumble de manzana casero

Crumble de manzana casero iStock

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El crumble es uno de los dulces más saludables y ricos que podemos hacer en casa. Además, es el alimento perfecto para darle un toque diferencial a tus postres, meriendas y desayunos, ya que se puede incorporar en infinidad de recetas. Podemos comerlo con yogur o con leche, servirlo en tartas o hasta acompañarlo con helado.

Con el crumble lo que se busca es aportar notas de sabor diferentes y, sobre todo, que las recetas tengan ese toque crunchy que tanto nos gusta. Otra de las ventajas del crumble es que lo podemos hacer de muchos sabores, por lo que es una receta de aprovechamiento perfecta. Nuestro crumble va a ser a base de manzanas, arándanos y avena. Ahora sí, empezamos con la receta. Ya te avanzamos que no podrás parar de hacerla.

Receta de crumble de manzana, arándanos y avena

Ingredientes para unas 8 raciones:

  • 2 manzanas Red Delicious
  • 50 g de arándanos
  • ½ taza de harina de avena o almendras
  • 2 cucharadas soperas de miel o sirope de agave
  • 1 cucharada sopera de canela en polvo
  • ½ taza de copos de avena
  • 1 cucharada de postre de agua
  • 1 taza de granola sin azúcar
  • 1 cucharada de postre de aceite de coco
  • 1 chorrito de leche vegetal (opcional)
  • 1 pizca de sal

Elaboración:

1. Primero, limpia la fruta. Después, corta la manzana a dados, sin quitar la piel, y prepara los arándanos.

2. En una olla previamente calentada a fuego medio, incorpora la manzana, los arándanos, la canela y la cucharada de agua. Deja que se cocine durante unos 5 minutos. Pasado este tiempo, retira del fuego y reserva.

3. En otro recipiente aparte, mezcla la harina de avena, junto los copos, la granola sin azúcar, la miel, la sal y el aceite de coco. Remueve hasta integrar todos los ingredientes.

4. Antes de echar los ingredientes al molde, mezcla el preparado de la manzana con el de la avena. Con la ayuda de un tenedor apretuja bien los ingredientes hasta conseguir una especie de migas húmedas. Si ves que queda demasiado seco, puedes añadir un chorrito de leche vegetal.

5. Ahora, engrasa el molde con un poco de aceite de coco. Si los moldes son individuales, tipo los de flan, mejor. De esta forma, podrás servir el crumble como postre único individual.

6. A continuación, hornea el crumble durante 20 minutos a 190 º C o hasta que veas que está muy crujiente y dorado. En función del horno, el tiempo puede ser superior o inferior a los 20 minutos.

7. Cuando retires el crumble del horno, deja que se enfríe. Una vez templado, ya podrás disfrutarlo solo o como acompañamiento de otro dulce.

Versiones con otras frutas

Como decíamos, aunque el de avena y manzana es la receta más común, el crumble acepta infinidad de variaciones. En este sentido, puedes hacer crumble de muchas otras frutas con las que también lograrás un sabor delicioso: moras, fresas, mango, kiwi, albaricoque…

Una tarta que nació de la guerra

En sus orígenes, el crumble era un dulce británico con una masa a base de grasa, harina, azúcar y frutas. Se hizo especialmente popular en el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el racionamiento de la guerra hacía que los dulces tradicionales fueran demasiado costosos de elaborar.

Entonces, se buscaron alternativas más sobrias con ingredientes básicos, como la harina, el azúcar y la mantequilla o manteca. Actualmente, el crumble ya no se consume tanto como tarta única y se utiliza su textura crujiente para dar contraste de sabores y texturas a otras recetas.

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