¿La comida picante adelgaza? Pues parece que sí, amigos

¿Te gusta el picante o eres de esos que huelen el tabasco y salen corriendo como alma que lleva el diablo? Pues verás, amigo, varios estudios han concluido que la capsaicina, el componente que hace que algunos aimentos piquen, puede ser un gran aliado en la lucha contra las lorzacas.

¿Que cómo? Pues verás, los investigadores de la Universidad de Wyoming sostienen que la guindilla, sin ir más lejos, puede echar una mano a la hora de acelerar el metabolismo. Además, es capaz de inhibir las células que almacenan grasa y potenciar las células que convierten la grasa blanca en grasa marrón.

"En nuestro cuerpo, las células de grasa blanca son las encargadas de almacenar energía mientras que las de grasa marrón se dedican a quemar la que está almacenada. Una dieta rica en calorías, unido a una escasa actividad física, conduce a la obesidad", explica Vivek Krishnan, participante en el estudio.

En el caso de los alimentos picantes, la capsaicina demostró, en estudios con ratones, que la inclusión de un pequeño porcentaje en la dieta ayudaba a prevenir el aumento de peso.Como adultos, no tenemos demasiada grasa marrón en nuestro cuerpo. Los depósitos se limitan a pequeñas zonas en el cuello y la parte alta de la espalda. Estudios anteriores habían demostrado que la exposición a bajas temperaturas estimulaban la producción de este tipo de grasa y, ahora, los alimentos picantes pueden convertirse en el próximo elemento pata luchar contra la obesidad.

Aunque existe la creencia de que el picante solo puede añadirse a determinadas comidas, lo cierto es que un poquito de guindilla o pimiento tipo rocoto le va de maravilla a platos como ensaladas, guisos de pescado o de carne o incluso preparaciones en crudo como carpaccios. Ahora, sabiendo además que puede ayudarnos a perder peso, seguro que se convierte en mucho más popular.