Abre el primer restaurante submarino del mundo

Por primera vez en el mundo, un restaurante bajo el agua acaba de abrir sus puertas. Y, curiosamente, esto no ha sucedido en algún paraje paradisiaco donde disfrutar de una impresionante fauna marina ni en un país excéntrico, sino en pleno corazón de la capital belga, Bruselas.

Este local, situado en el Nemo 33 (una de las piscinas de buceo más profundas del mundo), es obra de John Beernaerts y dejará sin palabras a los amantes de la inmersión marina. La propuesta es disfrutar de una buena comida gourmet a cinco metros de profundidad en una esfera de quatro metros cúbicos, especialmente realizada por expertos estadounidenses para cumplir todas las normas de seguridad que requiere la exposición a la presión del agua a semejante profundidad.

Como no podía ser de otra manera, el menú degustación se compone de marisco y champán, un festín que llega a buen puerto en una maleta impermeable que pesa 16 kilos. Para acceder a este mini-restaurante, con capacidad máxima para 4 personas por ahora, los comensales deben calzarse las aletas, sumergirse y nadar hasta el espacio donde los esperará Valeria, la camarera, con una copa de champán. Toda una organización detenidamente pensada para ser funcional y segura, además de inolvidable.

Vivir esta experiencia única cuesta 99 €. El precio incluye el menú degustación y la reserva del espacio para una hora. Pica un poco, es cierto, pero enamorará a los amantes del buceo.