CAMBIOS EN TU PIEL

Poros dilatados: el signo de envejecimiento que no conocías

Aunque solemos fijarnos en arrugas y manchas, los poros también delatan el envejecimiento. Te contamos por qué los poros dilatados son una señal de la edad y cómo cuidarlos según los expertos en dermocosmética y nutrición.

Poros dilatados

Poros dilatadosFreepik

Publicidad

Cuando pensamos en el envejecimiento de la piel, lo primero que se nos viene a la mente son las arrugas o las manchas. Sin embargo, hay un detalle mucho menos comentado que también habla del paso del tiempo: los poros.

Solemos asociarlos con piel grasa, falta de limpieza o puntos negros. Pero la realidad es que su dilatación está muy vinculada al envejecimiento cutáneo. "Con los años, perdemos firmeza y esos poros se van dilatando y quedando cada vez más grabados. Son una señal de que estamos envejeciendo", explica Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode.

El motivo es que la piel pierde firmeza, colágeno y elasticidad, lo que hace que los poros —que antes estaban "sujetos" por una piel más tensa— se noten más amplios. "A medida que envejecemos, disminuye la producción natural de colágeno, elastina y ácido hialurónico, y esto afecta directamente a la firmeza de la piel", añade Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme.

A esto se suma un proceso inevitable: la renovación celular se ralentiza. "Ese freno favorece la acumulación de células muertas alrededor del poro, lo que lo hace parecer aún más grande", advierte Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD.

Poros dilatados
Poros dilatados | iStock

¿Qué hacer para que los poros se noten menos?

La buena noticia es que sí podemos mejorar su apariencia con la rutina adecuada. La exfoliación es uno de los pasos clave. "Activos como el ácido glicólico, el salicílico o la gluconolactona ayudan a que los poros se vean más pequeños, con la piel más pulida", recomienda Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari.

Eso sí, exfoliar no lo es todo. Con la edad, la piel necesita un empujón extra en su regeneración, y ahí entran en juego activos como el retinal, los péptidos o la vitamina C. "A veces, los poros parecen más grandes por el cúmulo de células muertas o por falta de regeneración. Con estos ingredientes conseguimos que la piel luzca más uniforme y luminosa", apunta Raquel González.

El papel de la alimentación y los hábitos

Tu estilo de vida influye mucho más de lo que piensas. Aunque la dieta no cambia el tamaño real de los poros, sí afecta a cómo se perciben. "Comidas muy grasas o industriales tienden a provocar exceso de sebo, que se deposita en los poros y genera la sensación de que están más dilatados", explica Marta Agustí.

El tabaco y el alcohol tampoco ayudan. "Fumar disminuye el oxígeno y los nutrientes que llegan a la piel, debilitando su estructura y provocando que los poros se vean más grandes", advierte Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8. El alcohol, además, deshidrata y favorece procesos inflamatorios que reducen el colágeno, acentuando esa sensación de poro abierto.

Poros abiertos
Poros abiertos | iStock

Una piel más uniforme está en tus manos

Los poros no son solo una cuestión estética, sino un indicador silencioso de cómo está tu piel y de los hábitos que sigues en tu día a día. Con una rutina cosmética enfocada en la exfoliación y la regeneración, una alimentación equilibrada y evitando ciertos excesos, es posible mejorar su aspecto.

La clave está en entender que los poros forman parte de la piel y que cuidarlos es también cuidar de su salud y de su juventud. Con pequeños gestos constantes, tu piel puede lucir más fresca, uniforme y luminosa… sin que los poros se conviertan en los protagonistas.

Novamas» Belleza

Publicidad