Cuarentena
No te abandones: pequeños gestos de belleza que debes mantener
Estar en casa requiere mucha disciplina, organización, y si tienes que encargarte de la comida, de los niños, del trabajo, de la limpieza, de tener incluso la cabeza fría en los momentos que estamos viviendo… está claro que hay algo que queda relegado.
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Y ese algo eres tú. Por eso hemos creado una lista de los pequeños gestos de belleza que debes mantener en esta cuarenta. Para empezar, olvídate de la ropa de yoga, más conocida como el pijama todo el día. Sabemos que habrá días complejos, difíciles, y no hace falta que te pongas los vaqueros todos los días, pero el pijama… vamos a dejarlo sólo para dormir, porque ahora que estamos las 24 horas en casa, al menos cambiar de ropa ya es un gesto a tener en cuenta. Y nadie quiere acostar oliendo a desayuno, comida, merienda y cena…
“Hay que arreglarse por la autoestima. Evidentemente, si uno se arregla, se viste y se pone más o menos parecido aunque no igual, nuestra autoestima no bajará. También es importante que en el momento en que lo hagamos disfrutemos: echándote una crema, maquillándote, debe ser un momento importante en el día para dedicarte a ti mismo”, nos cuenta el psicólogo Andrés Montero Rama, de Norte Psicólogos.
“Si decido estar todo el día en pijama, a lo mejor un día no pasa nada. La alimentación, comer mal un día, no pasa nada. La higiene… puede convertirse en una espiral negativa que debemos vigilar”, añade.
Dirás que no tienes tiempo, que no tienes la cabeza para eso, pero recuerda acordarte de las pinzas. Sí, las temidas pinzas, las cejas siguen a su ritmo, y como apenas paras delante del espejo no te das cuenta, pero hay pelos por todas partes y en todas direcciones. Lo mismo ocurre con los pelos de la nariz, el labio superior… Igual te has convencido en Pancho Villa y no has dado ni cuenta.
No hace falta que te hagas la manicura más elaborada, con estrellas, dibujos y virguerías varias, pero ya que vas a estar en casa todo el tiempo, no viene mal de vez en cuando mirar y ver color. Una manicura sencilla, con las uñas cortas para evitar puntos de infección, y listo. Lo mismo ocurre con la pedicura, aunque tengas que esconderte 10 minutos en el baño y no estén perfectas. Dale color a tus pies, será lo último que veas cuando te vayas a dormir metiéndote en la cama, y oye… que tener los pies medio apañados es una maravilla.
Hemos hablado de pinzas, manicuras… ay la depilación de otras zonas. Sí, los pelos siguen a su ritmo, no es cuestión de que se levante la cuarentena el día menos pensado y colapses porque no te da tiempo a depilarte. Ya sea con cera, bandas, cuchilla, máquinas clásicas, luz pulsada… haz aunque sea una parte cada día: axilas, ingles, piernas. O si prefieres ya pasar de todo y liberarte en este sentido de todas las ataduras, no has podido encontrar mejor momento. Di que sí, ¿en medio de una pandemia te vas a preocupar por depilarte?
Las rutinas de belleza para cuidar el rostro, el cuello, suelen quedar abandonas, pero es verdad que estando más en casa, aunque eso no signifique tener más tiempo, es el momento de ponerte todas las mascarillas que tienes en casa. No a la vez, eh. Cada cuatro días puedes hacerte un tratamiento hidratante tanto en la piel como en el cabello. El estrés afecta, y la situación que vivimos se nota en la piel.
Acuérdate de protegerte, no sólo una crema rápida y la primera que encuentres. Serum, hidratante y contorno de ojos. Mucho, porque puede que tengas momentos donde llores, donde frunzas mucho el ceño, donde te enfades… y los ojos sufren mucho, por eso mímalos.
Si has podido tomar el sol, con protección solar aunque te parezca que en la ventana y apenas 15 minutos no es demasiado. Lo es, cuídate la piel todo lo posible.
Sabemos que las manos ahora son la parte del cuerpo que más te lavas, y la que más sufre, ya sea por los guantes, los geles desinfectantes. Para evitar la sequedad utiliza cremas hidratantes las veces que haga falta. Incluso si los nervios te afectan en forma de eccema en las manos, o alguna zona del cuerpo, empapa aceite de oliva en algodón y aplícatelo. Apostar por cremas lo más naturales posible harán que las manos sufran menos y estén más protegidas.
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